Habrá preguntas pero no será un debate: el presidente republicano Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden, liderando los sondeos, se disputarán este jueves la audiencia en eventos televisados simultáneos, 19 días antes de las elecciones estadounidenses.
Es el último episodio de una saga alrededor de los debates presidenciales desencadenada por el anunció que Trump, de 74 años, se contagió de covid-19 el 1 de octubre.
El mandatario enfrentará las preguntas de los electores en Florida este jueves a las 20 (hora local, 0 GMT) por la cadena NBC, mientras al mismo tiempo su rival hará lo mismo en su natal Pensilvania, por el canal ABC.
Los dos estados, claves en los comicios, fueron parte del triunfo del republicano en 2016, pero cuatro años después el candidato demócrata de 77 años marcha a la cabeza de los sondeos en ambos.
El ex vicepresidente de Barack Obama tiene una ventaja de casi diez puntos porcentuales en el promedio nacional de sondeos de opinión sobre los comicios del 3 de noviembre. Pero sobre todo marcha adelante, aunque con un margen más estrecho, en los estados clave que deciden la elección en Estados Unidos, inclinándose por un partido o el otro.
Para David Canon, profesor de ciencias políticas en la universidad de Wisconsin, otro estado crucial, la idea de organizar dos emisiones diferentes al mismo tiempo parece “realmente mala”. “Es una verdadera pérdida para la democracia”.
“La gente adora el drama”
Recuperado, y jactándose incluso de estar “inmunizado” del virus, el presidente volvió con placer al ruedo de la campaña el lunes y no ha parado desde entonces: Florida, Pensilvania, Iowa en tres días.
Trump no cesa de lanzar ataques virulentos contra su adversario. El miércoles en Des Moines, Iowa, acusó a Biden de ser un político corrupto. “No debería incluso ser autorizado a presentarse como candidato a la Casa Blanca”, apuntó. Y repitió su acusación de que si el demócrata gana “la izquierda radical gobernará el país”.
Luego de visitar Ohio el lunes y Florida el martes, el vicepresidente de Barack Obama solo tenía un evento de recaudación de fondos en línea en la agenda del miércoles.
La semana pasada, cuando no había todavía difundido una prueba negativa al virus, Donald Trump rechazó participar del segundo debate, previsto para este jueves, tan pronto los organizadores anunciaron la decisión de celebrarlo de forma virtual como medida de precaución, en caso de que el mandatario fuese todavía contagioso. “No voy a perder mi tiempo”, afirmó.
Canon cree que Trump pudo haber cometido un “error táctico” al retirarse del debate virtual con Biden. A la zaga en los sondeos, “necesitaba los debates más que Biden”. “Es él quien necesita cambiar el impulso de esta elección”.
El anuncio sorprendente del diagnóstico de Trump cayó menos de tres días después de su primer debate, muy abrasivo, contra Biden. Los dos septuagenarios se enfrentaron durante 90 minutos en el escenario, mientras entre el reducido público, los cercanos a Donald Trump se quitaron sus tapabocas. Entre ellos, la primera dama Melania Trump también resulto positivo.
Ella anunció el miércoles que el hijo de ambos, Barron, de 14 años, también se había contagiado, pero que desde entonces había vuelto a dar, como ella, negativo.
En extremo precavido ante el virus, demasiado según los republicanos que lo acusan de aprovecharse de la situación para rehuirle a los electores y la prensa, Biden rechazó postergar la fecha del segundo debate como lo proponía el equipo de Trump.
Por ningún motivo hay que cambiar un calendario de debates fijado con antelación para seguir “el comportamiento errático” del mandatario, había lanzado Biden.
El tercer debate sigue previsto para el 22 de octubre en Nashville, Tennessee.
El jueves, Donald Trump y la moderadora Savannah Guthrie respetarán la distancia social en los espacios abiertos del Museo de Arte Pérez en Miami, y los participantes que harán las preguntas tendrán mascarillas, precisó NBC.
El doctor Anthony Fauci, uno de los principales expertos del gobierno estadounidense sobre el coronavirus, estimó que había “un alto grado de confianza” en que Trump ya “no está diseminando virus”, agregó la cadena.
El “town hall”, una tradición política estadounidense, es una transmisión televisada, en directo, durante la cual un panel de votantes, bajo la supervisión de un moderador, interroga a un candidato.
El segundo debate estaba originalmente previsto con este formato.
Las audiencias de las dos citas del jueves serán particularmente esperadas para luego ser comparadas. Para David Canon, no hay duda: el “town hall” del tempestuoso presidente estadounidense atraerá más televidentes: “La gente adora el drama”. Pero el rating de cada transmisión tiene pocas implicancias en el voto final.