El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este martes que cerca de 12 millones de personas se confinarán el fin de semana en cuatro ciudades para frenar el avance de la tercera ola pandémica de COVID-19.
«Las próximas semanas van a ser de enormes desafíos en los sistemas de salud del mundo entero (…) y existen ya razones de peso en nuestro país para poder decir que en varios lugares se está presentando un tercer pico» de contagios, dijo el mandatario en su programa cotidiano de televisión.
En consecuencia, Bogotá, Medellín (noroeste) y las ciudades caribeñas de Barranquilla y Santa Marta (norte), con alta ocupación de unidades de cuidados intensivos, se verán afectadas por el encierro, precisó el ministro de Salud, Fernando Ruiz, en el mismo programa.
En el caso de Bogotá y Medellín, el cierre se llevará a cabo desde el jueves a medianoche.
Desde finales de marzo, las autoridades han impuesto y endurecido restricciones nocturnas en un esfuerzo por atajar un nuevo brote de coronavirus.
Bogotá estuvo confinada el fin de semana pasado, pero los contagios y muertes por covid-19 han seguido aumentando.
Desde que detectó un primer caso de COVID-19 en marzo de 2020, el país de 50 millones de habitantes registra casi 2,6 millones de contagios y más de 66.000 muertos. Es el quinto más afectado de Latinoamérica y el Caribe en ambos rubros, en proporción a su población.
Las esperanzas están puestas en el proceso de inmunización de la población que avanza a paso lento. Hasta el momento, poco menos de 3,2 millones de personas han sido vacunadas, de las más de 35 millones necesarias para alcanzar la inmunidad de rebaño, de acuerdo con el gobierno.