Las autoridades chinas ordenaron el confinamiento de los cerca de 5,5 millones de habitantes de la ciudad de Anyang (provincia de Henan) como medida para contener un brote de la variante ómicron del coronavirus, según informó la agencia local Xinhua.
La medida entró en vigor en la noche de este lunes y prohíbe la circulación de vehículos particulares y exige a todos los residentes permanecer en sus casas. Los negocios no esenciales han sido cerrados. Con Xi’an y Yuzhou, ya son tres las ciudades obligadas al confinamiento en el país y el número de personas aisladas en sus casas alcanza los 20 millones, según información de la agencia AP.
Anyang ha registrado 58 de los 87 nuevos casos de covid-19 de toda la provincia, probablemente ligados a un foco contagioso de ómicron en la ciudad de Tianjin, a unos 400 kilómetros de distancia.

China, que en el primer semestre de 2020 había ya controlado en gran parte el virus aparecido en diciembre de 2019 en el centro del país, sigue una política de cero covid basada en cierres focalizados, restricciones fronterizas y cuarentenas prolongadas.
Su estrategia se vio presionada por un brote en Xi’an, el más grande del país desde marzo de 2020, y por la aparición de la variante ómicron. La ciudad enfrenta su tercera semana de cuarentena para erradicar el brote que acumula cerca de 2.000 casos.
Las autoridades están particularmente en alerta al acercarse los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, del 4 al 20 de febrero.