El expresidente brasileño Jair Bolsonaro solicitó una visa de turista por seis meses para permanecer en Estados Unidos, en un indicio de que podría no tener la intención de regresar de inmediato a su país, donde le esperan problemas jurídicos.
El periódico británico Financial Times fue el primer medio en informar sobre la solicitud, citando al abogado de inmigración de Bolsonaro, Felipe Alexandre. El despacho del abogado, AG Immigration, confirmó el reporte a AP.
Bolsonaro salió de Brasil rumbo a Florida, EEUU, el 30 de diciembre, dos días antes de la investidura de su rival, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
La ceremonia se llevó a cabo sin incidentes, pero una semana después miles de simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron en la capital Brasilia y causaron destrozos en los principales edificios de gobierno para exigir que se revocara la elección de Lula.
Las autoridades brasileñas investigan si Bolsonaro tuvo alguna participación en incitar el levantamiento. Esa es sólo una de varias pesquisas al exmandatario que representan problemas jurídicos para él cuando decida regresar a Brasil, donde podrían derivar en que sea despojado de su capacidad para participar en futuras contiendas, o incluso algo peor.
Por primera vez en su carrera política de más de tres décadas como legislador y posteriormente como presidente, Bolsonaro ya no goza de la protección jurídica que requiere cualquier proceso en su contra ante el Supremo Tribunal Federal.
En general se ha presumido —aunque no ha sido confirmado— que Bolsonaro entró a Estados Unidos con una visa A-1 exclusiva para jefes de Estado. De ser el caso, tendría 30 días desde el final de su mandato para salir del país o actualizar su estatus con el Departamento de Seguridad Nacional.
En tanto, su futuro político y su posible regreso a Brasil han dado pie a rumores y especulación.
Aparentemente, el plan de Bolsonaro sería distanciarse de los radicales cuyos destrozos en la capital podrían implicarlo a corto plazo, con el fin de regresar en algún momento a encabezar la oposición, dijo Mario Sérgio Lima, analista político en Medley Advisors.
“Está dándole algo de tiempo, alejándose un poco del país en un momento en que puede comenzar a sufrir consecuencias jurídicas por las actitudes de sus simpatizantes”, declaró Lima. “No creo que el hecho de que se mantenga lejos sea suficiente. Los procesos continuarán, pero tal vez él piensa que al menos puede evitar padecer cierto tipo de castigo en represalia”.
Bolsonaro se ha estado quedando en una casa en las afueras de Orlando, en la Florida, y se le ha visto en videos tomándose fotos con simpatizantes en una comunidad privada y caminando por un supermercado.
Después de la destrucción causada en los disturbios de este mes en la capital brasileña, un grupo de 46 legisladores demócratas enviaron una carta al presidente Joe Biden para exigirle que se le revoque la visa a Bolsonaro.
“Estados Unidos no debe proveerle refugio a él ni a ningún otro autoritario que haya inspirado la violencia contra instituciones democráticas”., escribieron en la misiva.
El hijo de Bolsonaro, un senador, dijo a la prensa este fin de semana que no sabía cuándo su padre volverá a Brasil.
“Podría ser mañana, podría ser en seis meses, podría no regresar nunca. No lo sé. Está descansando”, comentó el senador Flávio Bolsonaro.
Cuando se le preguntó si el expresidente ha presentado alguna solicitud de documentación o ayuda con los procesos de visado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil refirió a la AP con las autoridades estadounidenses.
Por su parte, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos refirieron a AP al Departamento de Estado, el cual se ha negado en reiteradas ocasiones a responder preguntas sobre el estatus de la visa de Bolsonaro.
Bolsonaro ya tiene la respuesta en defensa de su conspiración. Dirá que todo lo hizo apegado a la ley y los artículos escondidos de la constitución, amparándose en la convención de Felix Ulloa para casos si salida.