La cifra de muertos por el temporal que azotó esta semana a la ciudad de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro (Brasil), aumentó a 152, mientras 165 personas todavía están desaparecidas, según informaron medios locales.
Los equipos de rescate continúan las excavaciones para intentar recuperar cuerpos de víctimas y encontrar sobrevivientes, aunque la búsqueda se ha visto obstaculizada debido a la cantidad de escombros en las zonas afectadas. «Las casas que se derrumbaron quedaron a un costado de la calle, y esto termina por dificultar mucho el acceso y el trabajo de los bomberos», señaló el alcalde de la ciudad, Rubens Bomtempo.
Este viernes, otra serie de lluvias afectó la zona, activando de nuevo las alarmas y obligando a suspender las labores de rescate. No obstante, al escampar horas después, las tareas se reanudaron. Según los últimos reportes, los cuerpos de un hombre, una mujer embarazada y un niño de dos años fueron hallados este sábado. Más tarde, rescatistas encontraros los cuerpos de otros dos niños en Morro da Oficina, uno de los puntos más críticos de la ciudad donde la avalancha de piedras y barro destruyó varias viviendas.
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este viernes que «la catástrofe es realmente grande» tras sobrevolar las zonas afectadas por la emergencia. Asimismo, el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, describió la ciudad como un «escenario de guerra».
Petrópolis sufrió este martes la lluvia más intensa desde 1932, que superó el promedio previsto para todo el mes de febrero y ocasionó inundaciones de calles, el colapso de barreras en diferentes puntos de la urbe, el bloqueo de vías, la caída de árboles y la destrucción de casas.
En 2011, un evento similar en la región, que fue considerado la mayor tragedia climática de la historia de Brasil, dejó 900 fallecidos. Ante ese suceso, una Comisión de Investigación Parlamentaria realizó 42 recomendaciones para evitar nuevas catástrofes en el área, por lo que muchos analistas cuestionan por qué no hubo tiempo suficiente para desarrollar un plan de prevención eficiente.