Sin haberse vacunado contra el COVID-19, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se está viendo obligado a adaptarse a una nueva realidad durante su actual visita a Nueva York: comer en las calles de la Gran Manzana, según trascendió este lunes.
Como cualquier neoyorquino, Bolsonaro cenó un pedazo de pizza de pie y en plena calle junto a los miembros de su comitiva, según pudo verse en una foto compartida por el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Luiz Eduardo Ramos.
La imagen, una de las primeras curiosidades que deja la presencia de líderes de todo el mundo en Nueva York con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, corrió como la pólvora en las redes sociales. Este lunes, el mandatario brasileño no dejó pasar la ocasión de bromear a través de Twitter, publicando un mensaje en el que pueden verse varios emoticonos, entre ellos una porción de pizza.
Para el almuerzo de su segundo día en Nueva York, Bolsonaro eligió un céntrico restaurante brasileño, donde se le improvisó una especie de reservado al aire libre, según medios brasileños. Y es que el líder ultraderechista está abocado a, como mucho, comer en terrazas durante su estancia en Nueva York, pues las autoridades locales exigen prueba de vacunación para poder entrar al interior de bares y restaurantes.
En lo político, el presidente brasileño se ha encontrado con un clima caldeado por su decisión de no vacunarse contra el COVID-19. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, arremetió específicamente contra él, diciéndole que «si no quiere vacunarse, no se moleste en venir aquí».
«Tenemos que mandar un mensaje a todos los líderes mundiales, incluido más notablemente a Bolsonaro, de Brasil, de que, si quieres venir aquí, tienes que estar vacunado», dijo De Blasio en una conferencia de prensa. Las palabras del político demócrata llegaron con Bolsonaro ya presente en la ciudad y, por tanto, desafiando los repetidos llamados de las autoridades locales, preocupadas de que la Asamblea de la ONU pueda desencadenar brotes de la enfermedad.
Ello ha desencadenado ya tensiones, pues el Ayuntamiento neoyorquino comunicó a Naciones Unidas que, según las normas municipales, cualquier persona que quiera ingresar en el hemiciclo de la Asamblea debería tener prueba de vacunación. La organización -aunque respalda esa idea- ha dejado claro que no tiene autoridad para exigir algo así a los jefes de Estado y de Gobierno, por lo que la decisión queda en sus manos, ya que Nueva York tampoco puede imponer sus normas en la sede de la ONU, dado su estatus especial.
Así, Bolsonaro -que no se ha vacunado y ha dicho en diversas ocasiones que será «el último» brasileño en hacerlo, si es que lo hace- tiene previsto inaugurar el 21 de septiembre los discursos en la Asamblea General, como corresponde tradicionalmente al representante de Brasil.
Delicia, carajo, gostoso!!!