La policía de Ecuador detuvo este domingo a 68 presuntos miembros de un grupo criminal que intentó tomar el control de un hospital en una localidad de Guayas (suroeste) para resguardar a un herido de su organización que ingresó durante la madrugada, en momentos en los que el país libra una guerra contra el narco con miles de militares desplegados.
“Neutralizamos a presuntos terroristas, quienes intentaban tomar las instalaciones de una casa de salud en Yaguachi, Guayas”, aseguró la policía en la red social X.
El acceso de estas personas se dio “con la finalidad de resguardar a un integrante de su organización, el mismo que ingresó en calidad de herido durante la madrugada”, agregó la autoridad.
La Policía también publicó un video en el cual se ve a una veintena de hombres, en ropa interior, tumbados al piso con las manos tras la cabeza.
En otra pieza se observa cuando los hombres, con las manos atadas a la espalda, ingresan en un autobús custodiado por la Policía.
La Policía indicó en un comunicado que quien ingresó herido en la madrugada a la casa de salud murió por la gravedad de las heridas.
La policía añadió este domingo que durante el operativo policial se incautaron además armas de fuego y drogas.
También fue allanado un centro de rehabilitación para adicciones clandestino “donde se ocultaban” los supuestos miembros de la banda, aseguró la entidad.
“Dentro de este centro de supuesta rehabilitación, ha sido el centro de comando de toda esta gente”, precisó a al prensa el jefe de la policía local, Julio Camacho, quien informó que en esas instalaciones funcionaba además “un prostíbulo”.
Cientos de centros de rehabilitación clandestinos, que no cuentan con las condiciones adecuadas para la atención de pacientes, han sido clausurados por las autoridades ecuatorianas de salud. Otros han sido escenarios de tragedias, como cuando en 2019 fallecieron 18 personas tras quedar encerradas en un incendio.
Varios de estos centros clandestinos han sido vinculados a bandas criminales locales e incluso han sido objetivos de ataques armados, mientras otros han sido calificados como centros de secuestro y tortura por organismos de defensa de los derechos humanos.
El operativo se desarrolló en momentos en que en Ecuador rige un estado de excepción, con toque de queda nocturno, así como la declaratoria de un ´conflicto armado interno´ contra los grupos de delincuencia organizada.
La semana pasada hubo una oleada de atentados y acciones violentas atribuidas a esos grupos, que incluyeron el secuestro de policías, asesinatos, artefactos explosivos, vehículos incendiados, motines en cárceles con 200 rehenes (ya liberados) y la toma de un canal de televisión por parte trece encapuchados armados, ahora detenidos.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha identificado a las bandas del crimen organizado como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales a ser neutralizados por las Fuerzas Armadas, que ahora están a cargo de la seguridad del país.
Esta crisis inició con la fuga de la cárcel de Adolfo Macías ‘Fito’, líder de la banda criminal ´Los Choneros´, antes de que fuese a ser trasladado y aislado en una cárcel de máxima seguridad.
PENA DE MUERTE