Resultados de un nuevo estudio te harán pensarlo dos veces antes de optar por una manicura con gel: las lámparas secadoras de uñas con luz ultravioleta necesarias para endurecer el esmalte dañan el ADN y causan mutaciones en las células, alertan sus autores.
La investigación, publicada en Nature Communications a cargo de la Universidad de California en San Diego y la Universidad de Pittsburgh, se suma a evidencia que sugiere que estas populares manicuras podrían no ser tan seguras como se presume.
Sus autores llegaron a esa conclusión tras analizar los efectos de la radiación que emiten estos dispositivos hacia las manos.
Si bien estudios epidemiológicos previos hasta la fecha no habían encontrado una asociación importante entre los secadores de uñas con luz ultravioleta y el cáncer de piel, hasta la fecha no se habían hecho análisis del efecto que estos ejercen a nivel molecular.
“No había ningún entendimiento de lo que estos dispositivos hacen a las células humanas”, advierte Ludmil Alexandrov, profesor de bioingeniería de UC San Diego y autor de la investigación.
La idea de indagar en el asunto se le ocurrió en el consultorio del dentista donde leyó un reportaje en una revista sobre una participante de un concurso de belleza que fue diagnosticada con un raro tipo de cáncer.
“Pensé que era extraño, así que comenzamos a investigarlo y notamos una serie de informes en revistas médicas que decían que las personas que se hacen manicuras en gel con mucha frecuencia, como los concursantes de concursos y los esteticistas, informan casos de cánceres muy raros en los dedos, lo que sugiere que esto puede ser algo que causa este tipo de cáncer. Y lo que vimos fue que no había comprensión molecular de lo que estos dispositivos estaban haciendo a las células humanas”, relata Alexandrov en una publicación de la Universidad de California en San Diego.
Decidió entonces observar, junto a su equipo, lo que ocurría al colocar células humanas y de roedores en una placa de Petri dentro de un secador UV de esmalte por determinados períodos de tiempo.
Exposición crónica y aguda a la luz ultravioleta durante manicuras causó daños en las células
Entre 20% y 30% de las células murieron y presentaron mutaciones tras dejarlas durante dos sesiones de 20 minutos espaciadas por un intervalo de hora y media para que se repararan a sí mismas.
El efecto fue aún más impactante cuando se le expuso a la lámpara UV de manicura por 20 minutos diarios durante tres días: esto mató al 70% de ellas.
Si bien los resultados no pueden interpretarse como evidencia directa del riesgo de cáncer pues se hicieron en células en un laboratorio y no en personas, sí son un indicio de que podría haberlo y ameritan que se hagan estudios de seguimiento.