No hubo una agresión “homófoba” en contra de sujeto en Madrid, la persona mintió y la acción que se había denunciado fue consentida, aceptó finalmente el joven de 20 años, caso que muchas organizaciones con banderas de la comunidad LGBT quisieron agarrar para intentar justificar sus peticiones.
El joven de 20 años y de nacionalidad española que denunció a la Policía lo que parecía una brutal agresión, no fue asaltado en su portal por un grupo de encapuchados, tal y como relató en su denuncia. La falsa víctima no quería que su pareja se enterara de que era infiel y por eso se inventó la versión, para justificar sus prácticas sexuales masoquistas.
La pareja le insistió, ante la gravedad de lo sucedido, a que acudiera al centro de salud, donde la enfermera que le asistió le indicó que comunicaría a la Policía lo ocurrido, siguiendo el protocolo de agresiones.
Por ello, y a instancias también de su pareja, el joven denunció presencialmente los hechos ante la Policía, concretamente en la comisaría Centro, situada en la calle Leganitos. Entonces, los agentes iniciaron una investigación, que consistió en investigar las cámaras de seguridad de la calle donde vive, otras aledañas, incluso las del Metro de Tribunal.
Tras varios días de investigaciones, la Policía no había podido recabar ni un solo testigo que viera u oyera algo y tampoco las cámaras de seguridad de la zona habían registrado a los supuestos encapuchados, ni entrando en el portal ni en ese enclave de la capital. Tampoco el posicionamiento de su teléfono móvil le situaba en ese punto y tampoco pudo ser examinada la ropa que llevaba el día de la supuesta agresión, ya que la había lavado. Todo era muy extraño por tratarse de una calle muy céntrica y muy concurrida, especialmente un domingo por la tarde, cuando las terrazas de la zona están llenas.
Los agentes de la Comisaría de Centro empezaron a dudar de su versión. Por eso este miércoles por la tarde volvieron a citar en comisaría a la víctima. El joven de 20 años empezó a titubear y a contradecirse de su primera versión de los hechos. Finalmente, el comisario del distrito Centro ha conseguido que confesara la verdad y ha admitido que se lo inventó todo.