Desde su anuncio, Una batalla tras otra (One Battle After Another) ha generado expectativas enormes. ¿Por qué? Después de la conferencia de prensa a la que De Película y Diario La Página tuvieron acceso, llegamos a la conclusión que Paul Thomas Anderson, un director que juega en otra liga, con Leonardo DiCaprio y Benicio del Toro, dos nombres que ya no necesitan presentación. Y como base, una novela de Thomas Pynchon (Vineland), lo cual añade ese toque de complejidad que pocos filmes se atreven a tocar.
DiCaprio dice que interpreta un ex-revolucionario desilusionado, en lucha con sus propios demonios, intentando reconectar con su hija en medio de un mundo que parece cada vez más extremo.
Benicio del Toro también la potencia al definir su personaje como alguien clave para equilibrar el humor y la tragedia, para traer humanidad en medio del absurdo.
A mi estilo: Una batalla tras otra no necesita ser perfecta, necesita ser vista. Porque en su imperfección está la valentía: la de hacer cine que no solo entretiene, sino que duele, que saca de la comodidad. Si buscás cine que provoque, reflexione, entretenga y te haga sentir que el arte sí tiene peso hoy, esta película es para vos.

Lo que podemos esperar
Una experiencia cinematográfica intensa. No es cine de acción liviano, pero tiene momentos de tensión, emociones fuertes, humor oscuro.
Una conexión emocional padre-hija que se siente auténtica. No todo es discurso político; se va a sentir lo humano.
Que el film provoque conversación: sobre qué estamos viviendo como sociedad, cómo nos ven, cómo nos comportamos. Que nos deje pensando después del Game Over.
Que funcione como carta de presentación fuerte para premios internacionales. Muchos lo ven ya como contendiente serio en festivales y posiblemente Óscar.
En Cinemark El Salvador
Y lo mejor, ya la puedes ver en Cinemark El Salvador. Es una oportunidad para disfrutar algo grande en pantalla grande, con sonido potente, con esa experiencia que solo el cine ofrece.
