Brasileños, extremos, jóvenes, habilidosos, regateadores, recién aterrizados en Barcelona y Real Madrid… Resulta inevitable no caer en la tentación de comparar a Malcom y Vinícius Jr. Dos ‘jugones’ tan parecidos… y diferentes a la vez.
Enemigos en la cancha… amigos fuera
La buena sintonía entre ambos salta a la vista. «¡Felicidades hermano! ¡Los ‘negritos’ dominando el mundo! Dios los bendiga», tuiteó Vinícius para felicitar a Malcom por su aterrizaje en La Liga. Fuera de la cancha parecen ‘condenados’ a enfrentarse. Han pasado de jugar en Flamengo y Corinthians -los dos equipos más populares de Brasil- a militar en Real Madrid y Barcelona, los dos clubes más laureados de España.
‘Mismo’ precio, distintos roles
El precio de los traspasos de Vinícius y Malcom ha sido ‘casi’ calcado. El Real Madrid pagó 45 millones de euros al Flamengo y el Barcelona ha desembolsado 42 ‘kilos’ (41+1) al Girondins Burdeos. Las expectativas con las que llegan uno y otro son bien distintas. A Malcom (21 años) se le exigirá rendimiento inmediato que diría Zubizarreta. Está plenamente adaptado al fútbol europeo tras dos temporadas y media en la Ligue 1 y llega para ser titular o, al menos, disputarle el puesto a Dembélé. Leo Messi y Luis Suárez contarán con un ‘escudero’ de lujo.
En cambio, Vinícius (18 años) afronta su primera toma de contacto con el ‘Viejo Continente’. Flamengo midió muy bien los tiempos de ‘exposición’ y el Real Madrid quiere dar continuidad a esa política de ‘crecimiento progresivo’. La idea es que se quede en la Casa Blanca a las órdenes de Lopetegui, pero que alterne primer equipo y Castilla en busca de ritmo, minutos… y cubrir, paulatinamente, el famoso periodo de aclimatación.
Malcom y Vinícius comparten demarcación sobre el césped: los dos habitúan a jugar de extremos y ambos lo hacen a pierna cambiada. Un parecido que encierra, sin embargo, una diferencia. El azulgrana, zurdo, juega tirado a la derecha y el madridista, diestro, actúa volcado a la izquierda. No es casualidad. Partir de banda facilita a Vinícius y Malcom el hecho de tirar la diagonal hacia el medio y disparar a puerta con la pierna buena. Es, de hecho, una de las jugadas más repetidas por uno y otro.
La ‘Copinha’, como trampolín a la fama
La Copa Sao Paulo de Futebol Júnior, más conocida como ‘Copinha’, es el torneo juvenil de mayor repercusión de Brasil. La ‘Copinha’ es un vivero de talentos… y de ‘cazatalentos’. Malcom y Vinícius desafiaron los límites de edad de un torneo en el que participan jugadores de hasta 20 años. El madridista, con 16 años, guió a Flamengo hasta cuartos en 2017 después de marcar cuatro goles y repartir cinco asistencias en siete partidos. Malcom, por su parte, se proclamó subcampeón, también con 16 años, en 2014. Sus seis goles fueron decisivos para que Corinthians alcanzara la final. Casi acto seguido, Zé Ricardo da la alternativa a Vinícius en el primer equipo del ‘Fla’ y Mano Menezes hizo lo propio con Malcom en el ‘Timao’.
Malcom y Vinícius son eléctricos, directos, versátiles… y comparten la que, probablemente, sea su cualidad más destacada: un cambio de ritmo diabólico. Vinícius cuenta con más habilidad para regatear en espacios reducidos ya que alterna con mayor asiduidad la salida por uno y otro perfil, pero con espacio ambos son letales. Su capacidad para acelerar de cero a 100 en décimas de segundo les hace muy difíciles de parar en situaciones de uno contra uno o en jugadas de contragolpe.
Uno pasa al espacio… otro ataca el espacio
Malcom (30 goles y 21 asistencias en 150 partidos como profesional) tiene un perfil más asociativo que Vinícius. Al ex del Burdeos le gusta ‘abandonar’ la banda y venirse al medio para combinar, cambiar el juego… y, sobre todo, filtrar pases al espacio para sus compañeros. Vinícius (14 goles y cinco asistencias en 69 partidos con Flamengo) es más vertical, tiene el gol entre ceja y ceja. Su evolución le ha llevado a jugar tirado en banda, pero se ha criado como delantero o segundo punta y conserva ese ‘instinto’ de desmarcarse al espacio a la espalda de la defensa.
Uno es letal en el mano a mano… y otro un francotirador
A su paso por el Girondins Burdeos, Malcom se ha consagrado como un gran ‘francotirador’. El ‘misil tierra-aire’ que conectó contra el Dijon desde 35-40 metros fue elegido ‘mejor gol’ de la pasada Ligue 1. Destaca, además, por su aportación a balón parado. La estrategia, en cambio, no es el fuerte de Vinícius Jr.El joven fichaje del Real Madrid se maneja mejor en las distancias cortas. En el mano a mano, ya sea driblando al portero o definiendo a los costados, tiene una gran eficacia.
Ninguno rehúye el contacto
Tanto Malcom como Vinícius son un blanco habitual de las defensas rivales.Su perfil escurridizo, su cambio de ritmo, su centro de gravedad bajo… les hace difíciles de parar y provoca que reciban numerosas patadas. El Real Madrid temió seriamente por la dureza con la que se empleaban en Brasil contra Vinícius y Malcom fue el cuarto jugador que más faltas recibió (92) en la pasada Ligue 1. Ahora bien, a la hora de encarar o ir al choque, ninguno se arruga.
Ambos idolatran a Neymar
Tal es la admiración que tiene Malcom por Neymar que no dudó en hacerse un ‘selfie’ después de que el Burdeos perdiera 6-2 con el PSG. «Me gusta encarar y echarme sin miedo encima de los laterales y de los defensas. Siempre intenté imitar a Robinho y a Neymar», reconoce. Vinícius tampoco oculta su admiración por ‘Ney’: «Quiero que se mude a Madrid porque sería mi gran sueño jugar a su lado. Es mi ídolo en el fútbol. Si tuviera la oportunidad de jugar con él, me sentiría muy feliz».
La absoluta de Brasil les espera
Ni Malcom ni el joven Vinícius han debutado con la absoluta de Brasil. El nuevo fichaje del Barça, subcampeón del mundo sub 20 con la ‘canarinha’ en 2015, espera la llamada de Tite. Con él ganó el Brasileirao 2015 con Corinthians.Vinícius también sueña con dar el salto tras brillar en inferiores: ganó los Sudamericanos sub 15 y sub 17 proclamándose Pichichi y ‘MVP’ de este último.