Esta temporada es especial para LeBron James. Después de no poder liderar a Los Ángeles Lakers a los playoffs en su primer año con el equipo -cortó una racha de 14 años consecutivos jugando la postemporada y ocho disputando las finales de la liga-, el presente le sonríe al Rey de la NBA.
Con registro de 31 victorias y sólo siete derrotas, la segunda franquicia más ganadora de la historia está en plena lucha por ser el mejor equipo de la fase regular de la liga más famosa del básquet mundial. Líder en la Conferencia del Oeste -le lleva cuatro partidos de diferencia a los Denver Nuggets, el conjunto que está en la segunda posición-, los Lakers están un juego de los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo (32-6).
Más allá que todavía queda más de la mitad de la temporada regular para definir quién se quedará con el mejor registro de la NBA, este viernes por la noche se vivió uno de los grandes duelos que puede ofrecer la liga en la actualidad: la franquicia angelina visitó a los Dallas Mavericks, una de las sorpresas de la temporada, gracias al espectacular inicio que tuvo Luka Doncic, el esloveno elegido como novato del año en la 2018/2019.
Todas las miradas estuvieron puestas en el duelo James vs Doncic, pero el número 23 de los Lakers sacó a relucir toda su capacidad atlética y de jugador de toda la cancha para conducir a su equipo a una victoria que se cimentó en un primer cuarto que partió el partido: Los Ángeles ganó el parcial inicial por 18 puntos (45 a 27) y LeBron hizo de las suyas.
Tras ese primer cuarto, el partido se le hizo cuesta arriba a los Mavericks, que tuvieron que correr de atrás durante todo el juego y no pudieron en el American Airlines Center: fue victoria de la visita por 129-114 con una noche para el recuerdo del Rey. James terminó con 35 puntos (14-25 en tiros de cancha), 16 rebotes y 7 asistencias para quedar a un paso de un nuevo triple doble -lograr 10 o más en tres categorías estadísticas distintas-.
Fue la primera vez en la extensa carrera de LeBron que logró en el mismo juego sumar al menos 35 puntos y 15 rebotes, lo que marca porque fue una noche especial para James, que además le sumó un nuevo hito a su prolifera carrera deportiva.
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En el tercer cuarto del enfrentamiento ante Dallas, James logró una anotación histórica: con el control del balón en la ofensiva de su equipo, realizó un giro de 360° y terminó con una bandeja contra el cristal para superar a Michael Jordan en la lista de más conversiones realizadas en todos los tiempos de la NBA.
Gracias a dicha conquista, la estrella nacida en el estado de Ohio llegó a los 12.193 lanzamientos de cancha anotados durante las 17 temporadas de juego que lleva en la liga de básquet norteamericana, dejando atrás a Jordan, que logró 12.192 en las 15 temporadas que jugó entre sus años gloriosos en los Chicago Bulls y tras su segundo retiro, cuando volvió para terminar su carrera en los Washington Wizards.
“Es grandioso que te puedan conectar con los más grandes de la historia. Significa tanto para mí cada vez que me conectan con el nombre de Michael (Jordan) por todo lo que él ha hecho por este juego. Es un orgullo”, dijo LeBron James al finalizar el partido cuando le contar sobre la nueva marca que había logrado. Ahora, el próximo objetivo en la lista será superar a Wilt Chamberlain, que sumó 12.681 tiros convertidos en su larga trayectoria. Los primeros de la lista son Kareem Abdul-Jabbar (15.837) y Karl Malone (13.528).
Más allá de las comparaciones, y que el número 23 de los Lakers ya superó a Jordan en la lista de máximos anotadores de la historia en la NBA -sucedió el 6 de marzo de 2019 ante los Nuggets-, el presente de LeBron es inmejorable: a sus 35 años está jugando a un altísimo nivel en una de las temporadas más parejas que se recuerden, construyó un equipo ganador que buscará devolverle la gloria a los Lakers, esa que supieron tener en los tiempos de Jerry West, Magic Johnson, Shaquille O’Neal y Kobe Bryant.