Sólo una tormenta de granizo que destrozó la carretera en Val D’Isere, a 22 kilómetros de la meta de Tignes, pudo parar al colombiano Egan Bernal, quien marchaba desatado, solo, desde las pendientes del Iseran hacía el maillot amarillo del Tour.
La naturaleza detuvo el ataqué demoledor del joven de 23 años, que reventó la etapa y el Tour en el coloso más alto de la presente edición, por cuya cima pasó volando con 59 segundos sobre un grupo con todos los hombres de la general menos el líder, Julian Alaphilippe, que lo hizo a 2.08.
En pleno descenso se encendieron las alarmas de seguridad. La carretera quedaba inutilizada por una tormenta de granizo. La organización dio por terminada la decimonovena que empezó en Saint Jean de Maurienne y debía terminar en la estación de Tignes en la cima del Iseran. Bernal, que no obtuvo el premio de la victoria de etapa, si se convertía en nuevo maillot amarillo.
Con la carrera lanzada la naturaleza tomó cartas en el asunto. Un alud de nieve cayó sobre la carretera y la organización decidió para la carrera y darla por terminada con los tiempos establecidos en la cima del Iserán.
El motivo fue el mal estado de la carretera a las puertas de Val d’Isère. Una granizada tremenda desfiguró la ruta. Restaban 22 kilómetros para meta y los trozos de hielo caían del cielo con auténtica violencia.
Ya no se podía hablar de una carretera de asfalto, sino de un río en toda regla que obligó a intervenir con urgencia a las máquinas quita hielos.
Los tiempos de la etapa serían los marcados en la cima del Col de Iseran y la clasificación el de paso por el puerto. El espectáculo de Bernal desatado abriendo tal vez un nuevo periodo histórico quedó cortado de raíz. El hielo detuvo al fuego.
😯 Might be hard for the riders to even drive to the finish. https://t.co/7YrHnh8izj
— Race Radio (@TheRaceRadio) July 26, 2019
Una pena que no se pudiera ver en qué hubiera quedado la hazaña de Bernal en la cima de Tignes (final de la etapa) pero el colombiano logró a pesar de todo el objetivo con el que había tomado la salida. Era el nuevo líder a falta de una etapa de competición antes de llegar a París.
Este sábado la vigésima etapa y último combate en los Alpes antes de conocer el podio definitivo entre Albertville y Val Thorens, de 130 kilómetros. Tres puertos en el menú, el último de categoría especial conduce a meta tras un ascenso de 33 kilómetros al 5,5 por ciento.