Otra vez Dustin Poirier y Conor McGregor se enfrentaron en la UFC. En el cierre de una trilogía que comenzó muchos años atrás y tuvo su último capítulo este sábado en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Estados Unidos), el peleador irlandés volvió a sufrir una dolorosa derrota: perdió por KOT en el primer asalto, terminando muy golpeado y con una grave lesión en el pie.
Frente a un aforo de 20.000 espectadores, donde había incluso celebridades como el ex presidente norteamericano Donald Trump o el cantante canadiense Justin Bieber, se enfrenaron dos peleadores muy distintos a aquellos que se midieron por primera vez en 2014 pero muy similares a los que protagonizaron una la pelea el pasado mes de enero. Y nuevamente The Notorius terminó derrotado.
Después de una larga cartelera previa, que culminó con el combate donde el número dos del ranking del welter, Gilbert Burns, se impuso por decisión unánime al cuatro, Stephen Thompson, fue momento de que los protagonistas del evento asomen desde los vestuarios.
McGregor, que salió con una bandera de Irlanda en los hombros y con un rostro de concentración absoluto, recibió una gran ovación del público en su caminata por la jaula. Luego apareció Poirier con mucha tranquilidad, entonando una canción y moviendo sus brazos para entrar en calor antes de subirse al octágono. La tensión entre ambos se sintió de inmediato y tuvieron que alejarlos para evitar una gresca antes del combate.
El oriundo de Dublin arrancó muy fuerte, consciente de que no lo beneficiaba un combate largo. Pero en el primer asalto, después de los primeros intercambios, se fue al clinch para intentar una gillotina y esa decisión fue lapidaria. Terminó en el piso siendo castigado por un Poirier que estaba tranquilo y logró conectar varios golpes. La pelea terminó justo al acabar el ese round inicial porque Conor McGregor se fracturó el tobillo intentado esquivar golpes de su rival cuando se puso de pie en los segundos finales.
Así culminó un combate que no pudo dar paso a su segundo round. McGregor sufrió una evidente fractura en su pierna izquierda, una lesión impactante que le impidió seguir y le dio el triunfo a Poirier tras 5 minutos de pelea. The Notorious se quejó ante el árbitro por la decisión de los jueces de dar el triunfo a su rival por KOT, quería que sea por parada médica.
Después de que The Diamond imitó el camino de McGregor y le dedicó unas palabras. “Lo que le hizo daño fueron mis patadas. Le deseo una pronta recuperación. No estoy triste. Le gané fácil. A veces estas cosas pasan”, apuntó el estadounidense. El luchador irlandés salió inmediatamente al cruce: “Esto no ha terminado. Estaba pateándole la pierna, haciéndole daño. Esto lo único que hace es calentar más la cuarta pelea. Pegué, caí mal y al final me rompí la pierna.”.
Una vez que lograron ponerlo de pie, McGregor abandonó el pabellón en camilla. Lo hizo entre aplausos, riendo ante los fanáticos. Tendrá que atravesar una larga recuperación antes de decidir si vuelve a intentarlo en la UFC o si definitivamente elige decir adiós a las artes marciales mixtas. Volvió a caer ante un Poirier que se afianza el número uno del ranking ligero. Antes de estos dos triunfos ante McGregor, derrotó a figuras como Max Holloway (dos veces), Anthony Pettis, Justin Gaethje y Eddie Alvarez. Consiguió su octava victoria en la división.
Conor McGregor tiene cada vez más golpeado su prestigio de doble campeón de la UFC. Ya había llegado a este enfrentamiento como el menos favorito en las apuestas, algo natural después del último resultado pero principalmente porque registra solamente una victoria en los últimos cuatro años. Esa presunta peligrosidad que todavía tiene el peleador irlandés brilla por su ausencia. Una condición que se agrava con la grave lesión que sufrió esta vez