Mientras continúa el conflicto bélico por la invasión de Rusia a Ucrania, su selección masculina de fútbol se prepara para afrontar dos partidos trascendentales. El equipo dirigido por Oleksandr Petrakov pasó un largo tiempo exiliado en Eslovenia, donde se ha preparado para competir por la clasificación al Mundial de Qatar 2022: este miércoles enfrenta a Escocia en Hampden Park, en la ciudad escocesa de Glasgow (15:45 hora de Argentina).
Los pupilos de Petrakov se instalaron en un hotel de la ciudad eslovena de Brdo hace un mes atrás para preparar el choque ante Escocia, país al que arribaron el pasado domingo. El ganador de este cruce pasará a la final del repechaje de las Eliminatorias de la UEFA rumbo a Qatar 2022 y se enfrentará el próximo domingo a Gales, que dejó en el camino a Austria tras un triunfo por 2-1 con goles de Gareth Bale.
El partido entre ucranianos y escoceses estaba programado para jugarse en marzo pero el pasado 24 de febrero se determinó que iba a ser postergado debido a la invasión rusa. Desde entonces, los jugadores de la selección de Ucrania han estado a la expectativa de su chance para llegar al Mundial y alegrar a todo un país.
Oleksandr Petrakov, quien dirigió al Sub-20 y en agosto de 2021 reemplazó a Andriy Shevchenko en el cargo que había ocupado en los últimos cinco años, quiso quedarse en Kiev hasta último momento antes de unirse con sus futbolistas en la concentración. Durante ese período, visitó puestos militares en la capital y también ciudades arrasadas por los rusos como Bucha.
Esa reveladora experiencia ha sido llevada varias veces a sus entrenamientos. “¡En Ucrania está muriendo gente!”, ha gritado Petrakov a sus dirigidos en algún ejercicio para motivarlos, aunque luego se ha arrepentido porque sabe que no todos los jugadores van canalizar de forma positiva las imágenes del sufrimiento de quienes podrían ser amigos o familiares suyos.
“Cuando iba a las trincheras para visitar a los militares, todos me pedían lo mismo. Decían: ‘Mira, le pedimos solo una cosa, que la selección se clasifique para el Mundial’. También tenemos que demostrar que estamos vivos”, explicó el seleccionador de 64 años, que comenzó la preparación con cuatro futbolistas, su cuerpo técnico y el personal administrativo. A lo largo del mes de mayo, se fueron sumando más jugadores. El último en llegar fue Andriy Lunin, portero del Real Madrid, quien llegó como campeón de la Champions League.
“Creo que podemos ayudar más a nuestro país con cosas como esta, saliendo de Ucrania, jugando partidos benéficos, mostrando a todo el mundo lo que sucede en nuestro país”, comentó Oleksandr Karavayev, mediocampista del Dinamo de Kiev. Su compañero de la selección Oleksandr Pikhalyonok, quien juega en el FC Dnipró, también reconoció que recibió mensajes de su pueblo a través de las redes sociales: “Mucha gente del ejército que no me conoce me escribe ahí. Me dicen: ‘Tienen que pasar al Mundial, nos va a alegrar.”
Durante la preparación para medirse a Escocia, la selección de Ucrania se midió con clubes en algunos partidos informales y obtuvo triunfos ante el Empoli italiano y el Borussia Mönchengladbach alemán, además de que empató frente al Rijeka de Croacia. Su último partido oficial lo jugaron el 11 de noviembre, cuando lograron una victoria por 2-0 ante Bosnia-Herzegovia.
“El fútbol es una fuerza mayor, la oportunidad de mostrar algo más, de representar a todo un país que quiere sentir que vive, que es libre, independiente, que puede luchar por sí mismo por su puesto en el mundo. El fútbol es una plataforma social y política muy importante. Es el partido de fútbol más importante de la historia de Ucrania”, aseguró Pikhalyonok sobre el encuentro de este miércoles en Glasgow.