A dos años de verse obligada a retirarse de una final por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio y pasar el resto de la velada al margen, Simone Biles demostró que puede competir hasta el final y guió a Estados Unidos a la consagración. La joven estrella se alejó un largo tiempo del deporte y ahora desempeñó un papel clave en una victoria histórica para su país en el LII Campeonato Mundial de Gimnasia Artística, que se celebra en Amberes (Bélgica).
Biles hizo una impresionante rutina de suelo que le aseguró a USA Gymnastics su séptimo título mundial consecutivo en la disciplina por equipos femeninos en el Mundial, quedándose con la medalla de oro por delante de Brasil –ganó su primera medalla en este certamen femenino– y Francia en el tercer lugar.
La atleta de 26 años asumió el mando en el equipo estadounidense integrado por Skye Blakey, Shilese Jones, Joscelyn Roberson y Leanne Wong, con la certeza de que una buena performance en la sección de piso le daría otra medalla de oro para ella y sus compañeras.
Sonriendo durante toda su rutina, Simone Biles emanaba confianza mientras realizaba sus giros y vueltas con entusiasmo, sin apenas equivocarse, a lo que los jueces respondieron con una puntuación de 15.166. El equipo estadounidense obtuvo una puntuación total de 167.729 puntos, ganando por un estrecho margen de sólo 2.199 puntos.
Particularmente, la siete veces medallista olímpica registró 14.800 en salto, 14.466 en barras y 14.300 en viga en las tres primeras pruebas.
De esta manera, Simone Biles se ha convertido en la gimnasta más galardonada de todos los tiempos ahora con 26 medallas en Campeonatos Mundiales: 20 preseas doradas, tres de plata y tres de bronce. En tanto, ha empatado al bielorruso Vitaly Scherbo con el mayor número de medallas (33) entre los Juegos Olímpicos y los Mundiales.
En tanto, el equipo femenino de Estados Unidos batió un récord con su séptima consagración. Previamente se había coronado en 2011, 2014, 2015, 2018, 2019 y 2022 e impuso ahora un récord de más títulos independientemente de figura masculina o femenina, ya que rompieron el empate que mantenían con el equipo de China masculino quien ostenta seis títulos hasta la fecha (2003, 2006, 2007, 2010, 2011, 2014). En mujeres, la segunda mejor racha son los cinco oros de Rumania entre 1994 y 2001.
Antes de la conquistar la medalla de oro este miércoles, Simone Biles ya hizo historia en el día inaugural del campeonato. El pasado domingo se convirtió en la primera mujer en realizar el doble salto con pica Yurchenko, aunque le puso su propio sello: le agregó dos mortales carpados –con las piernas estiradas y pegadas al torso– antes de aterrizar en la colchoneta.
El ejercicio, que fue bautizado como el Biles II, ingresó al sistema de puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) con la nota más alta de la historia: fue calificada con un 6.4 puntos y superó al “Produnova” –salto que lleva el apellido de una ex gimnasia rusa– que también supo ser apodado como el “salto de la muerte” y tiene un registro de dificultad ahora más bajo (6.0).
Simone Biles también participará en la final general individual femenina este viernes, antes de las finales de salto y barras asimétricas femeninas del 7 de octubre y las finales de barra de equilibrio y ejercicios de piso el día siguiente.
Su regreso no pudo haber sido mejor. En la primera competencia tras su colapso en Tokio 2020, cuando se retiró de varios eventos por lo que se conoce como “twisties”, un bloqueo mental que hace que una gimnasta pierda la noción de sus posiciones en el aire, ha demostrado que todavía tiene todas las cualidades que la han llevado a ser una leyenda viva del deporte.
