Dos meses. Ese es el tiempo que resta de contrato entre el Real Madrid y Sergio Ramos. Nada se ha movido en sentido alguno desde el mes de enero y si el deseo de todos era dar por finalizado el culebrón primero en marzo y después en abril, la realidad dice que nada de eso ha sucedido, que cada una de las partes sigue sin acercarse a la otra y el capítulo que puede ser el final de la historia de Ramos en el Real Madrid no se ha cerrado.
El capitán del Real Madrid quiere dos años de contrato. Considera que se merece esa posibilidad sin tener que acudir a opciones de ningún tipo. Piensa que su trayectoria es digna de un contrato así. El problema del dinero y esa rebaja salarial, ha podido quedar en un segundo plano
Los dirigentes del club blanco mantienen la propuesta que trasladó el presidente al central, pese a que en su día dijeron que tendría fecha de caducidad. El plazo virtual se ha ampliado por lo que es y por lo que representa Sergio Ramos.
Ni la irrupción de Eder Militao como un central de primer nivel en cuanto ha tenido una oportunidad, ni la segura llegada de Alaba a partir del 30 de junio, condiciona el futuro del capitán. El austríaco puede jugar en más posiciones como la de lateral izquierdo e incluso por delante de la defensa.
No hay que olvidar que los otros dos centrales de la actual plantilla del Real Madrid terminan contrato en 2022. Varane y Nacho están en pleno proceso bien de renovación, bien de escuchar propuestas. Todos los centrales blancos forman parte de una estrategia en la que todas y cada una de las partes miran hacia el amigo y compañero y más sabiendo que Alaba está en camino. La renovación de uno, puede marcar la decisión de otro.