Este miércoles el comité disciplinario de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) comunicó cuáles serán los castigos para los cinco futbolistas expulsados durante el clásico de Francia disputado el domingo y que terminó con una batalla campal en el terreno de juego.
Quienes recibió la pena más dura fue Layvin Kurzawa, del PSG, quien deberá estar seis partidos fuera de las canchas por haber atacado con golpes de puño a Jordan Amaví, del Olympique de Marsella, quien a su vez recibió tres fechas de sanción por su violenta reacción. Pero esto no es todo porque Neymar y Paredes, quienes también atacaron con golpes a sus rivales, recibieron dos fechas.
Quien tendrá solamente una jornada de castigo será Darío Benedetto, delantero que vio la roja producto de una doble amonestación tras un cruce con Paredes sobre el final del juego.
Ahora será el tiempo de analizar la situación de aquellos futbolistas que no fueron expulsados durante el partido, pero que sí participaron del conflicto. Estos son los casos de Álvaro González y de Ángel Di María, ambos acusados de realizar acciones antirreglamentarias que ni el árbitro ni el VAR pudieron apreciar durante el encuentro.
Es así que al defensor español se le abrió un expediente y estará bajo investigación por “su comportamiento y posibles insultos racistas” contra Neymar. Vale recordar que en la transmisión francesa no se apreció el supuesto comentario denunciado por el brasileño, aunque sí existe una imagen de BeIn Sport en la que podría llegar a apreciarse y que el PSG reclama que se tenga en cuenta a la hora del análisis de lo sucedido.
Por su parte, el argentino está citado para el 23 de septiembre, cuando deberá declarar ante la comisión por un supuesto escupitajo contra González en la primera mitad.
Sobre las acusaciones de racismo, “las certidumbres no son suficientes para convocar a los jugadores”, declaró el presidente de la Comisión de Disciplina, Sébastien Deneux, que añadió que la instrucción consistirá en un análisis más profundo de las imágenes de las conversaciones e intercambios entre el español y el brasileño. El objetivo será establecer “lo que efectivamente se dice y lo que efectivamente se oye”, añadió el responsable, subrayando que su comisión solo se pronuncia sobre “elementos objetivos, tangibles”.
A la pregunta sobre si este expediente afectará también a las posibles palabras homofóbicas que pudo haber pronunciado Neymar, Sébastien Deneux respondió: “Esta noche, estábamos requeridos sobre las eventuales palabras de carácter racista de Álvaro. Hay que hablar con la mayor de las prudencias. La instrucción permitirá revelar si hay otros hechos susceptibles de conllevar consecuencias en el plano disciplinario”.
Al día siguiente del partido, Neymar había publicado en sus redes sociales un duro comunicado en el que anticipaba que aceptaría la sanción, pero pedía a las autoridades que revisen la actuación de los árbitros y del jugador del Marsella, quien negó haber lanzado insultos racistas. “Los prejuicios y la intolerancia son inaceptables. Soy negro, hijo de negro, nieto y bisnieto de negro. Estoy orgulloso y no me veo diferente a nadie. Ayer quería que los responsables del juego (árbitro, asistentes) se posicionaran con imparcialidad y entendieran que no debe existir esa actitud prejuiciosa”, escribió.
“Ayer perdí en el juego y me faltó sabiduría… Estar en el centro de esta situación o ignorar un acto racista no ayudará, lo sé. Pero pacificar este movimiento “antirracismo” es nuestra obligación para que los menos privilegiados reciban naturalmente su defensa. Nos volveremos a encontrar y será a mi manera, jugando al fútbol… ¡Quédate en paz! ¡Quédate en paz! Sabes lo que dijiste… ¡Sé lo que hice! ¡Más amor por el mundo!”, había insistido Ney.
Por su parte, el PSG se impuso por 1 a 0 este miércoles ante el Metz con un gol en tiempo adicionado de Julien Draxler y consiguió así su primer triunfo en la Ligue 1 luego de haber acumulado dos derrotas de manera consecutiva. El próximo domingo visitará al Niza en el marco de la jornada 4 del certamen doméstico.