Marruecos se ha ganado un sitial de honor en el Mundial Qatar 2022. Por primera vez, el equipo africano pasa a una semifinal, tras dejar atrás a Portugal. La selección no solo se apunta a su favor ocho juegos invictos sino siete porterías a cero. Un logro que se le debe a su portero estrella: Yassine Bouno, mejor conocido como Bono.
«Estamos aquí para cambiar la mentalidad y deshacernos de la inferioridad», afirmó, el arquero de 31 años. «Marruecos está dispuesto a enfrentarse a cualquiera en el mundo, más allá de las semifinales y cualquier otra cosa».
Bono ha acaparado la atención de este mundial por hazañas como las que demostró en el partido contra España, cuando detuvo dos penales y no permitió un gol en 130 minutos. Aquel juego, que dejó por fuera a la selección española, se convirtió en un hito histórico para el fútbol marroquí.
«Hemos cambiado esta mentalidad y la generación que viene después de nosotros sabrá que los jugadores marroquíes pueden crear milagros», declaró.
El portero, quien curiosamente ha desarrollado buena parte de su carrera en España, viene de tener un destacado papel como portero del Sevilla.
Su actuación le valió ser considerado el noveno mejor portero del mundo en la gala del Balón de Oro al recibir el Trofeo Yashin 2022 y ganar su primer Trofeo Zamora como el portero menos goleado de la temporada 21-22.
Bono se convirtió en el héroe de su equipo en marzo de 2021 ante Valladolid, al anotar un gol en el minuto 93 para lograr el empate. Aquella proeza por parte de un arquero no se había conseguido en una década dentro de la Liga Española.
La actuación de Bono en las semifinales de agosto 2020 también permitió que el Sevilla eliminara al Manchester United 2-1 y ganara su sexto título de la Europa League.
Argentino de corazón
Yassine Bouno nació lejos de Marruecos: en Montreal (Canadá). Volvió a la tierra de sus padres cuando tenía 7 años. Desde pequeño, mostró interés por el fútbol y formó parte del club Wydad Casablanca, pero su papá se opuso a que se dedicara al deporte. No obstante, Bono se empeñó en ser profesional.
Salió de Marruecos al ser fichado por el Atlético de Madrid. La experiencia no resultó lo que esperaba y desistió. Estuvo dos temporadas con el Zamora (2014-2016) y luego con el Girona (2016-2019). Hasta que terminó en el Sevilla.
Su vida ha estado ligada a España. Sin embargo, se conoce que es un gran aficionado del fútbol argentino e hincha del River. «La primera camiseta que me regaló mi papá fue de Argentina», contó hace un tiempo el arquero.
Una estrecha vinculación a la que se le atribuye su peculiar acento argentino. «Soy más marroquí que cualquier otra cosa. Lo que pasa es que al llegar a España aprendí con argentinos y se me quedó un poquito el acento», explicó alguna vez.
Su gran ídolo es Ariel Ortega, el exfutbolista argentino mejor conocido como «El Burrito Ortega». Bono, incluso, admitió en una entrevista que su perro se llama Ariel, en honor al jugador del River.
Ahora, los ojos del mundo están puestos sobre Marruecos. Los guantes de su portero estrella han ayudado a la selección africana a lograr su mejor actuación en un mundial, después de México 86. ¿Le tocará a Bono enfrentarse al equipo de Argentina? Lo veremos.