El próximo 18 de diciembre está previsto que se juegue el partido de la primera vuelta de LaLiga entre el FC Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou, un partido que se aplazó en octubre a causa de los acontecimientos sucedidos en las calles de la Ciudad Condal después de hacerse pública la sentencia de los presos por el ‘Procés’.
Tsunami Democràtic, que ha convocado varias manifestaciones durante los últimos meses en motivo de protesta por dicha sentencia, anunció una nueva concentración prevista para cuatro horas antes de la disputa del Clásico en cuatro puntos cercanos al Camp Nou, después de explicar que no fue posible pactar con azulgranas y blancos para lucir la protesta durante el encuentro.
Naturalmente, la situación ha generado tensión por la incertidumbre que hay acerca de la disputa del encuentro. Si bien es cierto que se trata de una protesta pacífica, también lo es que se teme que los miembros de ambos clubes, los aficionados y los árbitros no puedan entrar al estadio para la disputa del encuentro.
Comunicado de la Federación
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha emitido un comunicado acerca de los hechos. «En relación con el partido del próximo día 18 de diciembre en el Camp Nou entre el FC Barcelona y el Real Madrid, la RFEF manifiesta que, exactamente igual que en todos los encuentros de las competiciones oficiales y al tratarse de un espectáculo público, no ostenta ningún tipo de competencia en materia de seguridad», iniciaba.
La Federación anunció que solamente aplicará la normativa en materia deportiva, ya que no tiene competencias para ir más allá. «La RFEF aplicará la reglamentación vigente tanto antes como durante y después del partido si se produjeran situaciones de fuerza mayor o circunstancias en las que fuera necesaria la aplicación de la disciplina deportiva», rezaba el texto.
Además, se explicó que la RFEF estará en contacto con las fuerzas de seguridad para garantizar la llegada de los árbitros al recinto. «Del mismo modo, como es habitual, la RFEF se encuentra en contacto con las fuerzas de seguridad para coordinar la llegada del equipo arbitral a las instalaciones del Camp Nou según los protocolos establecidos», terminaba la nota.