Una semana antes de que se filtrara el supuesto contrato que tiene firmado Lionel Messi por 555 millones de euros brutos, en el Barcelona ya se hablaba de una crisis económica. Deuda multimillonaria. Posible quiebra. Bancarrota. Palabras que empezaron a asociarse llamativamente al nombre del club blaugrana al oficializarse los números de sus balances: 1.173 millones de euros de deuda. Una cifra impactante.
Ahora bien, ¿fue ese contrato con Messi lo que produjo la llamada “ruina” del Barcelona? ¿O hubo manejos y desaciertos que lo hundieron en los últimos cuatro años?
Messi, ¿genera más de lo que cuesta o significó una pérdida de dinero irreparable?
Ante esta situación poco clara, Infobae dialogó en España con especialistas en materia económica en la industria del fútbol, como el profesor José María Gay de Liébana, doctor en Ciencias Económicas y titular de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona.
Según Gay de Liébana, estos números rojos del Barcelona no son sorpresivos y no se deben tanto a lo que se le paga a Lionel Messi. “Yo ya lo había comentado en diciembre en el Colegio de Economistas de Cataluña, en una conferencia. El principal problema que tiene el Barça es que los ingresos le han caído mucho con respecto a las temporadas anteriores”, dice el experto.
Y futbolero apasionado como es, además de un estudioso de los casos de negocios en el fútbol, se animó a dar un diagnóstico certero para entender la verdadera sangría de dinero en los últimos años que no refiere a Lionel Messi, precisamente: “El Barcelona ha hecho muchas cagadas desde 2017. Pagó y paga aún lo que yo le llamo la ‘psicosis Neymar’, que se produjo cuando se le fue el brasileño y les dio un ataque a todos; aficionados y junta directiva. Y empezó a fichar a lo loco. A Dembelé (140 millones de euros por su pase) que le juega poco, a Coutinho (160 M €) que rinde en todos lados menos en el Barcelona, pagaron mucho por Antoine Griezmann (120 M €) ; y entonces queda claro que han hecho inversiones que no le rindieron”.
A los datos aportados por el economista, se agrega que llamativamente el Barcelona aún debe dinero por jugadores que ya no están en el club: Arthur (20,5 millones al Gremio), Malcom (20 millones al Girondins) y por Arturo Vidal (10,5 millones al Bayern).
Marc Menchén es director y fundador de 2PlayBook, sitio especializado en la industria del deporte, y afirma: “Messi es un futbolista que genera igual o más de lo que se le paga. Es cierto que es muy difícil atribuirle ingresos exactos a su actividad, pero podemos convenir que el Barça se encuentra en un nivel deportivo y mediático al que no habría llegado si él no estuviera. Esto es claro: el Barcelona es el club que más factura en el mundo a nivel de acuerdos comerciales y de taquilla, y sabemos que buena parte corresponde a Leo Messi. La prueba de que Messi cobra lo que genera es que ha sido un club sostenible hasta que ha estallado la pandemia. La viabilidad del sueldo de Messi no se puso en discusión hasta la aparición del COVID-19, que cambió el escenario. Messi siempre tuvo un contrato elevado, el problema del Barcelona es lo que fichó en los últimos cuatro años pagando más de 100 millones de euros por cada jugador”.
Durante la temporada 2018/19, la última completa sin pandemia, el Barcelona tuvo ingresos por casi 900 millones de euros, y queda claro, por el análisis de los especialistas, que la imagen del 10 contribuyó en una enorme parte a que el Barça recibiera tanto dinero. El problema fue que lo administró mal, hizo compras pagando un dinero elevado por jugadores que no podrá revender por esas mismas cifras, y según el presidente de La Liga, Javier Tebas, el COVID-19 produjo, además, un efecto devastador para la economía del fútbol.
Otro dato significativo cuando se cuestiona por estas tierras el dinero acordado por Messi es que de los mencionados 550 millones solo la mitad va a la cuenta bancaria de Lionel Messi, ya que el otro 50 por ciento termina en las arcas del fisco español. Además, no se puede soslayar, en el análisis del contrato, que ese tenía una cláusula de rescisión astronómica: los famosos 700 millones de euros que Bartomeu pedía, en agosto pasado, que pague el club que se llevara al argentino. Entonces, lo percibido por Messi fue no solo acorde a lo que generó y aún genera, sino también a la cotización de mercado que el propio club le puso.
Los patrocinadores, una clave para entender el efecto positivo de Messi
Menchén explica con claridad el caso de los sponsors en el actual contexto de imprecisión sobre la continuidad de Messi. “Rakuten (sponsor en la camiseta) renovó solo por un año y les bajó el 45 por ciento del contrato porque no sabe si Messi sigue. Beko (empresa de electrodomésticos) recortaría un 50 por ciento para la próxima temporada, porque sin Messi verá afectada su visibilidad de marca. Si Messi no sigue, estas empresas ya saben que tendrán una pérdida de impacto en redes sociales e imagen televisiva muy importante”.
Más datos: las giras del Barcelona en repetidos viajes y presentaciones en Asia, África y Estados Unidos, con Messi se pagaron el doble que sin él.
Números rojos
Gay de Liébana, en tanto, estudió con precisión la mala administración en el Barcelona en los últimos años y explica: “Los ingresos que consiguió en la pasada temporada (2019/20) han sido de 730.000.000 de euros y la anterior (2018/19) fueron de 854.000.000 de euros. Esta reducción fue claramente como consecuencia de la pandemia. Entonces, como mantuvo unos costos fijos de la plantilla principalmente, más los gastos de funcionamiento al nivel de lo que tiene, lo han llevado a terminar el ejercicio con una pérdida de 97 millones de euros. Pero no es solo eso, porque tiene un gran problema. Muchas deudas a corto plazo. El año pasado tenía 687 millones a pagar y ahora tiene 960 millones. Por lo que todo esto da miedo, genera tensión. El Barça debe reconvertir esa deuda de corto a largo plazo. Negociar una refinanciación a 4 o 5 años por lo menos, porque no veo que esto mejore en un año. Además, no ha podido licuar gastos a este actual escenario sangrante que es el recorte de ingresos”.
Messi y el futuro
Y entonces ¿será posible una renovación del contrato de Messi para que perdure en el Barcelona hasta el final de su carrera?
Menchén opina que no, por el actual contexto económico del club. Mientras Gay de Liébana coincide y sentencia: “Así como está todo, creo que no puede seguir. Una cosa es querer y otra es poder. Messi representa una cuarta parte de lo que la institución destina para pagos de salarios a sus jugadores. Entonces, además, me pregunto: ¿qué club en el mundo puede pagarle lo que él gana que anda por los 50 millones de euros netos por año?. Y ahí aparecen en escena los dos clubes que detrás tienen la financiación de dos estados: Manchester City de parte de los Emiratos Árabes y Paris Saint Germain de Qatar. Hoy son los únicos que pueden pagarle eso en el mundo en el que vivimos”.
El economista de 68 años es fuente de consulta permanente en los medios españoles para hablar de la realidad del país. Futbolero, fanático del Espanyol de esos que fueron toda la vida al estadio a ver a su equipo, lamenta mucho esta situación actual de los partidos sin público porque entiende que se ha perdido el encanto de siempre. Locuaz, activo, siempre con un tono simpático y alegre más allá de luchar contra una enfermedad, se reconoce, además, amigo y admirador de Mauricio Pochettino, por lo que se imagina a Messi siendo dirigido por el ex entrenador perico en el PSG. Gay de Liébana expone habitualmente sobre economía en congresos y publicó varios libros, entre ellos, La gran burbuja del fútbol, referido a los números del negocio en los clubes más importantes del mundo.
La caída de un gigante
“El Barcelona estaba en una etapa de crecimiento de facturación con una proyección. Es cierto que muchas veces para crecer, necesitas tomar deuda. El club tenía la intención de llegar a los 1000 millones de euros de facturación anual con lo que eso le habría significado un posicionamiento de marca brutal. Tiene aún un ícono a nivel global como Messi, que le abre puertas en cualquier parte, pero claro, eso era en condiciones normales, no en medio de esta pandemia. En materia económica, como decimos en la jerga, lo del Barcelona fue un ‘crecimiento apalancado’, claramente a base de deuda. Ellos tenían tres fuentes de ingresos principales que se vieron alteradas por el contexto del COVID. Primero el estadio, la explotación del mismo, el fenómeno Messi para verlo en cancha (casi 100 millones de ingresos por año). Segundo, la TV: por algo La Liga procuró jugar rápido aún en etapa de confinamiento, para que no pase como en Francia que no reanudaron su campeonato y se quedaron sin contrato de televisión. Y por último los patrocinadores, que claro quieren público en los estadios y hoy eso no está. Ahora nadie puede endeudarse más. El crecimiento en este fútbol es muy difícil por lo que pronostico que por al menos tres temporadas tendremos un reajuste a la baja y ya veremos lo que pasa”, comentó José María Gay de Liébana.
El fantasma de la quiebra y la pérdida del estadio ¿mito o realidad?
Consultado por una posible venta de un activo para como puede ser el estadio, Gay de Liébana fue contundente: “No, hombre. El Camp Nou no lo va a vender. Lo que tendría que hacer es un naming right de su estadio (llevar el nombre de una empresa). Es verdad que este no es el mejor momento para llegar a un acuerdo de ese tipo, pero tiene que ir por ahí, ceder el nombre. Creo además que será la oportunidad para reconvertirse en una Sociedad Anónima, es ahora cuando tiene que buscar un modelo como el del Bayern Munich, algo que anticipé en mi libro. El Bayern es una S.A con mayoría de accionistas privados más las 3A, que son Audi, Allianz y Adidas que también tienen sus partes de acciones. Entonces el Barça tendrá que pensar algo similar a eso con una gran porción de acciones propias del Barça repartidas entre socios y aficionados, y sumar a Nike y a Rakuten, por ejemplo. Es una alternativa que deben barajar ante toda esta situación. Además deberá desprenderse de jugadores porque necesita liquidez para bajar las deudas. Explico algo: lo del Barça es lo mismo que en este momento les pasa a muchas empresas. Tienen que reducir gastos, quizá despedir gente y bajar salarios. Pero hay que entender que el club tiene una gran ventaja, lo que significa con o sin Messi; por lo que tiene que desarrollar mejor lo intangible, es decir la marca Barça debería contar mayor visibilidad mundial. Tiene que monetizar mejor su nombre. Ahora bien, hoy el espectador ya no es real, sino virtual por lo que entonces tienen que potenciar el área de redes y de plataformas y buscar alternativas para enganchar al público joven, quienes cada vez se desconectan más del fútbol y sin salir de su habitación tienen todo a su alcance. Deberá buscar alianzas con empresas como Amazon quizás”.
Tomado de Infobae