El Chelsea sigue sin encontrar la estabilidad en la Premier League y Mauricio Pochettino es mirado de reojo por los fanáticos en Stamford Bridge. Un equipo de bajo promedio de edad, las constantes lesiones y el abultado plantel son algunos de los síntomas que padecen los Blues con el año 2024 a la vuelta de la esquina. La ventana de transferencias está cerca de abrir una vez más y es por eso que el entrenador argentino tiene decidido depurar a la primera plantilla de cara a la segunda mitad del torneo.
Según informó el medio inglés The Telegraph, el conjunto londinense tiene en mente realizar dos o tres fichajes para intentar volver a los puestos de competencias europeas. A primera vista suena contradictorio al objetivo principal, pero el sitio agregó que el Chelsea quiere “compensar cualquier incorporación con al menos el mismo número de salidas”.
Para arrancar la lista se espera la venta de Trevoh Chalobah, pretendido por Bayern Múnich hace pocos meses, junto con ofertas por el lateral izquierdo Ian Maatsen, que rechazó regresar al Burnley. Malang Sarr también se mantiene en la vitrina mientras que, en función de los movimientos que se produzcan, el delantero Armando Broja y el extremo Noni Madueke podrían plantearse su futuro inmediato. Conor Gallagher, flamante capitán, se mantiene como una incógnita y se cree que Pochettino se opondría a considerar ofertas en enero por él.
Además, el diario detalló las posiciones a reforzar: un delantero de primera clase sigue siendo una prioridad como Victor Osimhen o Ivan Toney junto a algún complemento en defensa. Pochettino actualmente tiene una plantilla de 30 jugadores y el club no quiere terminar el periodo de traspasos de enero con un grupo aún mayor. El entrenador argentino también querrá evitar cambios grandes mientras intenta desarrollar una cultura y un espíritu dentro de la plantilla que ya demostró signos de crecimiento esta temporada, pero que estuvo muy ausente en la decepcionante derrota 4-1 ante el Newcastle United.
El argentino quiere tener decisión activa en la llegada de nuevos futbolistas, pero tendrá difícil meterse en la cúpula dirigencial. El copropietario del Chelsea, Behdad Eghbali, desempeñó un papel muy activo en los negocios del club en enero, junto a los codirectores deportivos Paul Winstanley y Laurence Stewart, y es un misterio si dejarán que Mauricio tenga peso con sus opiniones.