Te pasas la vida soñando con llegar a la Champions, la competición que todos quieren jugar, con escuchar en el césped la música de Haendel, el himno que todos quieren sentir, y con hacer goles a equipos como el Barcelona, el tipo de partido en el que todos quieren brillar, y, cuando por fin empiezas a disfrutarlo, a los 25 años por haber esperado al club de tu vida, te tienes que resignar a que sólo hayan sido seis noches y aceptar que tu sitio vuelve a estar en la Europa League. Le ha pasado a Icardi, que lo ha hecho casi todo y sin embargo no ha sido suficiente para meter al Inter en octavos, una desilusión que puede reactivar sus flirteos con el Madrid.
Poco se le puede reprochar a la Champions de Mauro. No le han pesado ni la cinta de capitán ni la monumentalidad de una competición por la que aparecía por primera vez. Ante el Tottenham marcó para liderar la agónica remontada de su equipo, en Eindhoven hizo el gol de la victoria, en la visita del Barça sacó un punto cuando los culés celebraban tres y en la del PSV empató para acabar muriendo en la orilla de las eliminatorias. Suyos han sido cuatro de los seis tantos en seis jornadas de los de Spalletti, méritos inútiles por la falta de potencial de un Inter al que no le dio para más.
Icardi podría replantearse su situación por la falta de resultados
Es precisamente esta pena la que le puede dar una alegría al propio Icardi y al Madrid. El club le sigue desde hace tiempo y el delantero se ha movido para corresponder a este interés. Ha hecho 12 dianas en lo que va de temporada, dos más que Benzema en cuatro partidos menos y cinco por encima de Bale en un encuentro menos. Si el Madrid se asoma a la ventana invernal de fichajes, Icardi, en una posición delicada por la disonancia entre su categoría y el rumbo europeo del Inter, podría emerger en su horizonte.
«Quería que el Inter volviera a la Champions y lo logramos. Ahora quiero ganar algo con este club. No creo que sea un buen momento para irme, no es el momento adecuado dados los resultados», dijo a inicios de diciembre, reconociendo la influencia en su felicidad de los buenos resultados colectivos. Pero ahora su equipo está más descolgado de la segunda plaza en la Serie A y ha dicho adiós prematuramente a la Champions, la clave de todo: la clasificación el pasado mayo prácticamente cerró la puerta a un posible cambio de aires del argentino…
