Una noticia conmocionó al mundo del fútbol en los últimos días. El entrenador sueco Sven-Göran Eriksson comunicó públicamente que padece un cáncer terminal y estima que le podría restar aproximadamente un año de vida. “En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos”, sostuvo el estratega.
En las últimas horas también salió a la luz su asignatura pendiente dentro del mundo del fútbol: dirigir al Liverpool de Inglaterra, club del cual simpatiza. Robbie Fowler, que jugó a las órdenes de Eriksson en la selección de Inglaterra, insinuó en X, antes conocido como Twitter, que en su momento se realizó una movida para que el sueco de 75 años pueda dirigir un partido de leyendas del conjunto Red en el estadio Anfield este año. Sin embargo, al ser consultado sobre la última voluntad del entrenador, el actual estratega del Liverpool, el alemán Jürgen Klopp, fue un paso más allá.
“No lo conozco, desgraciadamente no. Lo conozco sin conocerlo, nunca nos hemos visto. Sí, obviamente es una noticia muy conmovedora cuando te enteras. Me enteré por primera vez de su admiración o amor por el Liverpool y de que fue aficionado toda su vida. Ahora me he enterado de lo del partido de leyendas y cosas así. Yo no me ocupo de eso, así que no puedo decir nada al respecto”, comenzó su relato. Sin embargo, luego añadió: “Lo único que puedo decir es que es absolutamente bienvenido a venir aquí y que puede sentarse en mi despacho y hacer mi trabajo durante un día si quiere. No hay ningún problema. Estar en la banda puede ser un poco más difícil. Tenerlo aquí y mostrarle todo y cómo este maravilloso club se ha desarrollado a lo largo de los años, creo que eso es algo que definitivamente le diremos. Puede venir y pasar aquí unas horas maravillosas, estoy seguro”.
Sven-Göran Eriksson es una figura emblemática en el mundo del fútbol. Su trayectoria se extiende a lo largo de más de cuatro décadas, habiendo dejado huella en diferentes ligas europeas e internacionales. Su palmarés incluye títulos en Suecia con el IFK Gotemburgo, donde se alzó con la liga local y conquistó la Copa de la UEFA en la temporada 1981-1982, hito que puso su nombre en la mira del fútbol internacional.
Luego recaló en Benfica a mediados de los años 80, donde lograría tres títulos de liga. Sin embargo, fue en Italia donde Eriksson consolidó su reputación como uno de los técnicos más competentes de su época. Tomó las riendas de equipos como la AS Roma, la Fiorentina y la Sampdoria. Sin embargo, fue con la Lazio donde alcanzó la cúspide, llevando al equipo a la conquista de una Serie A, varias copas nacionales y su segunda Copa de la UEFA.
También fue el seleccionador de Inglaterra de 2001 a 2006, llevando al equipo a cuartos de final en dos campeonatos mundiales y una Eurocopa. Posteriormente, se hizo cargo de los combinados de México, Costa de Marfil y Filipinas.