Este lunes, los aficionados de diversos deportes en Inglaterra han recibido una gran noticia por parte del Gobierno que anunció el regreso de los simpatizantes a los estadios de manera controlada. Quien comunicó la medida fue el primer ministro Boris Johnson quien señaló que las aperturas dependerán de las zonas en las que se encuentren los recintos.
De esta manera, los espectadores podrán volver a los eventos deportivos y a las actuaciones en vivo en las zonas de bajo riesgo de coronavirus a partir del 2 de diciembre. El límite de público se establecerá en 4.000 o la mitad de la capacidad del estadio, lo que sea menor, en las partes del país de “nivel uno”, calificadas así por ser las de menor riesgo. Mientras que en las zonas de “nivel dos”, el límite será de 2.000 al aire libre o la mitad de la capacidad. A su vez, en las regiones más altas de “nivel tres” donde la circulación del covid-19 permanece alta, no se permitirán espectadores aún.
Las áreas y ciudades serán ubicadas en diversos niveles el próximo jueves, pero se especula que de acuerdo a los casos confirmados en los últimos días Londres (Chelsea, Arsenal, Crystal Palace y Tottenham), Manchester (United y City) y Yorkshire (Leeds y Sheffield) entrarían en el segundo orden, mientras que Liverpool (Liverpool y Everton) lo haría en el tercer grupo.
Por otra parte, en los eventos bajo techo en las regiones de nivel uno y dos se fijará un límite en mil personas, en el marco de un plan posterior al cierre que también cubrirá conferencias de negocios, teatros y salas de conciertos.
El público ya ha regresado en algunos países de Europa, como Francia o Alemania, pero también con capacidad reducida, para cumplir con el distanciamiento recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no en todo el territorio. Que esta medida se extienda en parte hacia Gran Bretaña es una gran noticia para las instituciones deportivas que están sumergidas en una profunda crisis producto de la pandemia del coronavirus.
El gobierno británico anunció hace algunos días que destinará una ayuda de 300 millones de libras (USD 397 millones) a varios deportes que se han visto duramente golpeados. Este apoyo financiero, que será ampliamente mediante préstamos, tiene por objetivo ayudar a las actividades que más sufren por la ausencia forzada de espectadores en sus gradas.
Los clubes profesionales de fútbol no se benefician de esta ayuda, pese a los problemas económicos de algunos, ya que el gobierno británico desea que sea la Premier League la que dé la respuesta. Hay negociaciones en curso sobre un plan de salvamiento.
El rugby a XV es el que consigue una parte más grande del pastel, con 135 millones de libras (USD 178 millones), de los cuales un tercio irá a la Federación y 59 millones (USD 78 millones) a los clubes de la élite inglesa.
“Nos tranquiliza ver que el gobierno reconoce las dificultades que vivimos y valoramos ese respaldo, que necesitamos de verdad”, había celebrado el director general de la federación, Bill Sweeney.
Entre las partidas importantes, 40 millones de libras (USD 53 millones) irán para las carreras de equitación, mientras que la National League (quinta categoría del fútbol inglés) recibe 11 millones de libras (USD 14 millones). El fútbol femenino, el básquetbol, el hockey sobre hielo, el bádminton, el rugby a XIII (Rugby League) y las carreras de galgos también fueron incluidos en las ayudas, al igual que la Federación Británica de Tenis y los propietarios de los grandes circuitos de automovilismo.