Tras las nuevas pruebas realizadas a Gerard Piqué esta misma mañana de jueves en la ciudad deportiva, después de que el futbolista terminara el encuentro con molestias y las posteriores informaciones de que no sería nada grave, o se tratara de una recaída de la lesión que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante meses, el club acaba de publicar un comunicado donde informa que el futbolista tiene un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha.
Piqué, héroe de la remontada al anotar con un espléndido cabezazo el 2-0 que forzó la prórroga, en este mismo tiempo extra, en una acción de partido en la que intentó hacer un pase atrás, notó unas molestias que le provocaron tener que tirarse al suelo de inmediato y posteriormente, cojear y utilizar tan solo su pierna izquierda para el resto de jugadas.
Terminó el enfrentamiento, cosa que ayudó a pensar que no quizás había sido un mal gesto, pero las pruebas de esta mañana ya han confirmado que tendrá que parar durante un tiempo, que todavía no se conoce, y trabajar en solitario para volver al máximo para el tramo final de competición.
Con Araujo también fuera de los terrenos de juego por lesión, al menos seria duda para Pamplona, Ronald Koeman se vuelve a encontrar con serios problemas a la hora de configurar la zaga defensiva. A partir de ahora, cada partido será una final en el campeonato doméstico y, para ello, se necesita del mejor Piqué, que ayer disputó un soberbio partido liderando el centro de la defensa culé y llevando el peso de la salida de balón ante un Sevilla, sobre todo en la primera mitad, que presionaba muy arriba.
Como ya es habitual, el club ha anunciado que el central está de baja, por lo tanto seguro no estará disponible para Ronald Koeman ante el Osasuna este sábado y como indica el Barça, su evolución marcará su futura disponibilidad.