Antes de darle una paliza a los Hornets, LeBron James recordó cómo fue el día que vio en persona a Michael Jordan, actual dueño de la franquicia de Charlotte: «Fue una experiencia divina. Ya lo he dicho muchas veces, pero fue como conocer a Dios por primera vez».
El encuentro se dio cuando el campeón de la NBA con Cleveland Cavaliers y Miami Heat tenía 16 años y aún no imaginaba que se convertiría en una leyenda que algunos incluso comparan con el propio Jordan.
«Cada vez que me mencionan con estos grandes jugadores que jugaron antes que yo, siempre es gratificante para mí y mi ciudad. Saben de dónde vengo. Allí no hay muchos como nosotros y hay muy poca inspiración, recursos muy limitados. Por eso, para mi estar hoy en esa posición es una bendición», agregó.
LeBron James volvió a mostrarse arrollador en el feudo del equipo de Michael Jordan y se exhibió con un triple-doble que ayudó a Los Ángeles Lakers a ser ya segundos en la División Pacífico y cuartos en la Conferencia Oeste.
Los Lakers vencieron a los Hornets por 100-128. El ex Cleveland Cavaliers y Miami Heat sumó 24 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, en solo tres cuartos de partido, dejando en evidencia todas las deficiencias que tiene el equipo de los Hornets bajo la dirección de Jordan, que sigue sin progresar en la reconstrucción del equipo y vuelve a tener marca perdedora (14-15) tras sufrir la segunda derrota consecutiva.
LeBron continuó con su dominio en los enfrentamientos ante los equipos de Charlotte al colocar su marca en 27-1 en 28 partidos disputados. Estuvo imparable ante una de las peores defensas que hay en la NBA como lo demostró el parcial de 17-40 del tercer periodo y una ventaja parcial de 30 puntos para los Lakers.
Sin él en el campo, el base Lonzo Balltambién brilló con otro triple-doble de 16 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, que lo convirtieron en la otra figura del triunfo de los Lakers, el tercero en los últimos cuatro disputados.