El azul, blanco y rojo de innumerables banderas se agitaba en el graderío, en medio de un ruido ensordecedor. Y los franceses se sumergieron en ese ambiente inmejorable.
Matthew Strazel empezó a bailar, Evan Fournier se arrancó la camiseta y saltó por toda la cancha. Todo el equipo se reunió después en el círculo central, mientras los aficionados coreaban: “Allez Les Bleus!”.
Sí, el país sede está de vuelta en una final del basquetbol olímpico, donde enfrentará el sábado al ganador del duelo entre Serbia y Estados Unidos.
“Simplemente queremos ganar”, dijo Guerschon Yabusele, quien anotó 17 puntos para que Francia doblegara el jueves 73-69 a Alemania. “No importa quién sea, vamos a resolverlo”.
Isaia Cordinier añadió 16 puntos y Victor Wembanyama facturó 11 unidades con siete rebotes para que los franceses — ganadores de la medalla de plata en Tokio hace tres años — alcanzaran su segunda final olímpica consecutiva.
La victoria desató el júbilo del público. Los jugadores franceses estrecharon la mano de sus rivales antes de correr hacia uno de los aros y saludar al público, que elevó los decibeles de su aclamación.