Mino Raiola no ha podido recuperarse de sus graves dolencias pulmonares y en la propia cuenta de twitter del famoso representante se anuncia su fallecimiento en el hospital San Raffaele de Milán donde estaba ingresado.
«Con infinito dolor anunciamos la muerte de Mino, el más extraordinario agente de siempre. Mino ha luchado hasta el último instante con todas sus fuerzas como hacía para defender a los futbolistas. Ha escrito un capítulo imborrable de la historia del fútbol moderno. Nos faltará siempre y su proyecto de hacer del mundo del fútbol un lugar mejor para los jugadores será llevado adelante con la misma pasión», señaló la familia en las redes sociales.
Nacido en 1967 en Nocera Inferiore, en la región de la Campania (sur), era uno de los agentes deportivos más importantes del panorama mundial y ha marcado los últimos 20 años del fútbol.
Fue premiado en 2016 y 2020 como mejor agente del año y descrito como «Rey del Mercado del Fútbol» por sus importantes operaciones a lo largo de su dilatada carrera.
En su larga y exitosa carrera, Raiola cerró operaciones millonarias como el traspaso de Pogba de la Juventus al Manchester United por la cantidad récord para el fútbol italiano de 105 millones de euros.
Sus primeras operaciones futbolísticas fueron facilitando el desembarco de holandeses en Italia, como el de Dennis Bergkamp en el Inter. Poco a poco se fue convirtiendo en uno de los grandes agentes del mundo. Haaland era actualmente su futbolista con mayor valor de mercado, nunca por debajo de los 150 millones de euros y este verano se antojaba clave para su traspaso desde el Borussia Dortmund.
En 2020, y según Forbes, Raiola aseguró 721 millones de euros en contratos a sus clientes. En ese mismo periodo él ganó 72 millones en comisiones.
La cartera que gestionaba desde su residencia en Montecarlo incluía a futbolistas como Balotelli, Donnarumma, Verratti, De Ligt, Kean, Marcus Thuram y, por supuesto, Haaland. La próxima gran operación del mercado estival ya no llevará la firma de Raiola, orgulloso de su proceder artesanal, pero gran estandarte de la burbuja en el fútbol.
