Después de ocho años de espera, Román González y Francisco Estrada volvieron a repartirse golpes. Y de qué manera. El American Airlanes Center fue una locura motivada por el ritmo de pelea que pusieron sobre el encordado el Chocolatito y el Gallo, quien se convirtió en campeón unificado del CMB y AMB en el peso Supermosca.
Estrada, campeón del Consejo Mundial de Boxeo, perdió el invicto en ante González, ahora exmonarca de la Asociación Mundial, en la primera vez que se vieron las caras. Ahora, pese al abucheo de la gente tras saber el resultado, el mexicano se impuso con ambos cinturones.
Al inicio de la contienda, Estrada fue el que comenzó a tirar golpes, suelto de puños y mostrando desde el principio las ganas, pero González mantuvo su defensa, aunque la sorpresa la quiso poner en el segundo asalto, aunque el Gallo no se quedó atrás y, aunque el round no se lo llevó en las tarjetas, mostró más combinación de golpes.
Al término del tercer round, ambos peleadores chocaron sus guantes, conformes con la batalla que estaban dando. La agresión era constante. Juan Estrada contragolpeó muy bien y el nicaragüense apostó con el recto. Así se mantuvo en el cuarto, con un buen gancho del Chocolatito, que mantuvo despierto la sed del mexicano.
n el quinto hicieron gala de uppers en el intercambio de golpes, aunque el sonorense estuvo contra las cuerdas y por poco permite que su rival le rebasara en el toma y daca. Estrada siguió con el 1-2, mientras en la grada se enganchaban mexicanos y nigaragüenses, encendidos y motivados por el show que había en el ring. El Gallo buscaba el nocaut en el sexto.
Era complicado que ambos mantuvieran el ritmo de golpes, pero lo hicieron en el séptimo. Después de una pelea campal en las gradas, Chocolatito lanzó más golpes al rostro, pero Estrada parecía darlos con mayor poder. Era cuestión de tiempo a que uno de los cayera a la lona. En los últimos 10 segundos, como en cada round anterior, dejaron ir lo que les quedaba en los puños antes de ir a las esquinas.
El ocho bajó de ritmo. Normal ante el ritmo que tenía la pelea. Parecía un nuevo estudio de ambos para buscar el nocaut, en lo que tomaban aire. Al noveno, fue Estrada quien se quedó con menos golpes, tiro menos que su rival, pero tenía guardado lo mejor para el final.
l Gallo quiso despertar con combinaciones de hasta tres golpes. Eran las últimas oportunidades del mexicano para lanzar más golpes y Román González esperaba el espacio para dar una estocada. La puntería era del centroamerica, pero se la prestó al rival en los últimos segundos del penúltimo asalto. Para el doceavo y último, apenas se mantuvo de pie después de una combinación poderosa del Chocolatito, para después cerrar con la serie de guantazos que les permitió el cuerpo. Al final, un abrazo que reconoció a ambos el esfuerzo de la destacada pelea.
En total fueron cerca de 2 mil 529 golpes tirados entres ambos. El triunfo de Estrada da pie a la trilogía entre estos peleadores, lo cual dejó abierto el propio Gallo en su entrevista. Antes, vendrá el pugilista tailandés Srisaket Sor Rungvisai para el sonorense, por ser el rival mandatorio. La batalla se perfila para ser a finales de año.
Fuè un robo descarado, si Estrada no fuè noqueado, fuè puro milagro