Josep Guardiola y José Mourinho se volvieron a cruzar cara a cara en un choque de estilos que ya se volvió todo un clásico en el fútbol moderno. En Londres, el Tottenham se impuso por 2-0 ante el Manchester City por la fecha 25 de la Premier League, en un duelo plagado de polémicas.
Tras un frío saludo entre ambos entrenadores en la antesala del encuentro, quién empezó dominando fue el elenco de Pep a través de la posesión del balón y sus ataques con juego asociado. El City desplegó su estrategia en el campo de su rival y acechó en varias oportunidades el arco defendido por el francés Hugo Llorís.
Involucrando mucha gente en la ofensiva y con paciencia para generar espacios en la defensa de su adversario y así aprovecharlos, los Ciudadanos consiguieron gestar una clara jugada de peligro que terminó en los pies de Sergio Agüero, pero el argentino no pudo definir con comodidad y su remate terminó estrellándose en el palo.
Fue el Kun quien, minutos después, capturó un rebote en el área del dueño de casa y recibió una falta, sin embargo, el árbitro dejó seguir el juego como si no hubiese pasado nada. Recién tres minutos después, el juez apoyado en el VAR retrotrajo la acción y sancionó penal a favor de la visita. Fue allí que el encargado de ejecutarlo fue Ilkay Gundogan, pero el alemán se encontró con la buena respuesta del guardameta Lloris que adivinó el palo y sacó el balón con sus manos.
Sobre el final de la primera parte, Agüero tuvo en sus pies una clara chance para romper el cero en el marcador pero su disparo se fue desviado de manera increíble. Fue así que ambos equipos se fueron al descanso sin poder sacarse ventaja pero con clara superioridad del combinado de Manchester.
Ya en el complemento, los de Guardiola continuaron atacando con intensidad ante la pasividad de su adversario, que apenas se abocó a replegarse y esperar una oportunidad de contraataque. Agüero tuvo nuevamente otra oportunidad para poner a su equipo en ventaja. El delantero de 31 años aprovechó un error en defensa por parte de su rival que dejó a Lloris en el piso y vencido, pero su remate fue interceptado por Toby Alderweirel sobre la línea. En el rebote, Gundogan no pudo atinarle al arco y erró la jugada más clara del partido hasta el momento.
A los 15 minutos del segundo tiempo, la historia cambió completamente con la expulsión de Oleksandr Zinchenko. El blondo cortó con falta una contra del Tottenham y vio así la segunda tarjeta amarilla, por lo que dejó a su equipo con un jugador menos.
El dueño de casa aprovechó su oportunidad y con un hombre de más consiguió ponerse en ventaja. Tras un tiro de esquina despejado por el City, Lucas Moura se quedó con la pelota y mandó un centro al área para que Steven Bergwijn controle de pecho y, de volea, mande la esférica al fondo de la red. De esta manera, el debutante anotó el 1-0 parcial.
Envalentonados por el tanto convertido y por pasar a ganar un partido que se presentaba complicado, el local volvió a golpear con un golazo de Son Heung-Min. El coreano recibió un pase de espaldas en el vértice del área, controló y la estampó contra el primer partido para pasar a ganar 2-0.
Pese a los intentos del City por conseguir el descuento, el equipo no pudo capitalizar las chances generadas gracias a la buena intervención de Lloris para evitar y la falta de precisión de sus atacantes a la hora de definir.
Fue así que Mourinho consiguió quedarse con el duelo ante su némesis y, con estos tres puntos, escalar en la tabla de posiciones para meterse dentro de la zona de clasificación a la UEFA Europa League. Por el otro lado, el equipo de Pep se alejó aún más del líder Liverpool, que ya le saca 22 unidades.