El Tottenham de José Mourinho no pudo pasar del empate (2-2) ante el farolillo rojo de la Premier League, el Norwich City, en un partido que pudieron haber caído derrotados si no hubiese reaccionado Harry Kane, salvador en el último gol.
El modesto equipo de Carrow Road, último clasificado de la Premier League, dio la sorpresa como local al sacar un empate, gracias al juego intenso y el acierto de carta a puerta.
Desde ya un principio los de Daniel Farke comenzaron a protagonizar ocasiones de peligro en el área del Tottenham, con los remates de Jamal Lewis y de Stiepermann sobre el guardameta argentino Paulo Gazzaniga, que estuvo acertado.
No obstante, en los primeros compases del partido daba la sensación que los de Mourinho con muy poco podían hacer mucho daño a la defensa del Norwich tras las claras ocasiones desperdiciadas de Harry Kane (11’) y Dele Alli (15’), que pudieron abrir el marcador.
Pero si perdonas lo pagas, y eso es lo que le ocurrió al Tottenham en el minuto 17’ con el gol de Mario Vrancic. El bosnio encontró un carril por medio de la zaga defensiva para posteriormente batir con la derecha a Gazzaniga (1-0).
Los locales pudieron haber aumentado la renta en el minuto 33’, pero la intervenido del VAR dictaminó un fuera de juego milimétrico del finlandés Teemu Pukki. A pesar de ello, el Norwich dominaba con claridad y fue merecedor del resultado a la conclusión de la primera mitad.
José Mourinho no le gustó nada lo que vio en los primeros 45 minutos y por ende, en el inicio de la segunda mitad realizó un doble cambio con la entrada de Davinson Sánchez y Lucas Moura por Juan Foyth y Jan Vertonghen.
Los cambios surgieron efecto, pero de forma momentánea. Primero los visitantes recortaron distancias (1-1) en el marcador con el maravilloso golpeo de falta directa de Christian Eriksen (54’), pero pocos minutos después Serge Aurier marcó un gol en propia puerta (2-1) al golpear desafortunadamente la pelota.
Además, Lo Celso no tuvo su partido más acertado, a pesar de tener varias ocasiones claras, pero por una cosa u otra, sus disparos no fueron precisos.
Pero cuando el partido parecía tener escrito el final con la victoria del colista. Harry Keane provocó un penalti y posteriormente marcó desde los once metros (2-2). Al ariete inglés no le tembló el pulso y batió sin problemas a Krul (82’), para establecer el empate definitivo en Carrow Road.