Mucho Vini Jr. y poco gol, esa sería la conclusión tras la derrota del Real Madrid 3-1 ante la Juventus en el último amistoso de la pretemporada realizado en el Camping World Stadium de Orlando, Florida, Estados Unidos. Los goles del club italiano los anotaron Moise Kean (1’), Timothy Weah (20’) y Dusan Vlahovic (90+5’).
El técnico italiano repitió el 4-3-1-2 con Jude Bellingham como enganche y con la titularidad de Kroos y Modric en la mitad de la cancha junto con Eduardo Camavinga en la posición de pivote. La novedad fue esta vez los atacantes fueron Vini Jr. y Joselu, una dupla inédita que necesitaba minutos como para evaluar su funcionamiento.
La planificación se rompió casi por completo por un gol al minuto 1’ de Moise Kean y otro al 20’ de Timothy Weah. El equipo blanco estaba abajo 2-0 ante un rival en reconstrucción que aprovechó su pasividad en los primeros minutos del compromiso.
Digamos que el equipo salió dormido y lo despertaron con dos baldes de agua fría. Un llamado de atención para los centrales Nacho y Rudiger, en teoría los dos suplentes, y también para el sistema en general que se vio superado pese a tener posición de balón.
La reacción, sin embargo, llegó al minuto 38’ con un golazo de Vini Jr. quien recibió al vació ganó en velocidad en unos 40 metros y batió al portero con un derechazo al ángulo. El brasileño juega a otro ritmo y su nivel viene en ascenso. Sin un referente de área a VJ-7 le tocará jugar más al centro del ataque pero viniendo desde la banda aprovechando su gran virtud.
En el segundo tiempo la historia cambió. El equipo merengue, que jugó de negro, tomó las riendas del compromiso, impuso su ritmo y se paró firme en campo contrario.
Parecía que el empate solo era cuestión de tiempo. Y al 60´Ancelotti movió su banca y como hizo en todos los amistoso de pretemporada menos ante el FC Barcelona (3-0) cambió a la mitad del equipo. Entraron: Valverde, Tchouaméni, Alaba, Militao y Carvajal, pero el equipo seguía jugando al ritmo de Vini Jr. pese a un zapatazo del “Halcón” al larguero en la primera pelota que tocó.
El dominio fue casi total. Las estadísticas no mienten. El Madrid fue superior en todas las facetas del juego menos en la efectividad de cara al gol. Acumuló 34 aproximaciones al arco contrario, ocho de ellas con dirección al arco y solo una entró. Tuvo 66% de posesión de balón, 90% de efectividad en los pases y 15 tiros de esquina.
Fue una avalancha blanca a la cual pudo resistir La Juve aferrándose a dos goles tempraneros y a una defensa ordenada que cerró líneas y dejó en evidencia la falta de engranaje del equipo de Ancelotti quien recibió un último castigo en la última jugada obra del delantero serbio Dusan Vlahovic, uno que es vinculado con el equipo español.