El inicio de temporada para el PSG y para Messi resultó inmejorable: el elenco parisino goleó 4-0 al Nantes y se quedó con la Supercopa de Francia que se disputó en Israel. Y el argentino fue el encargado de abrir el marcador con una gran definición, además de mostrar un alto rendimiento. Neymar (dos) y Sergio Ramos también gritaron para un equipo que mostró una fisonomía renovada con Christophe Galtier como entrenador. Y que no extrañó a Mbappé, suspendido.
Los primeros minutos fueron un concierto del elenco más poderoso: tuvo el 95% de posesión, pero además la tradujo en hostigamiento y llegadas. Tuvo posibilidades de romper el cero en un par de conbinaciones profundas, con Messi y Neymar como delanteros (Mbappé se ausentó por acumulación de amarillas) y Vitinha y Verratti como conductores. Sarabia perdió una chance solo dentro del área. Y Marquinhos estrelló un remate en el travesaño.
El Nantes tuvo su minuto de gracia, entre los 17 y los 18, cuando salió del asedio y, aprovechando los espacios a espaldas de los laterales y las grietas en la salida del PSG, contó con dos chances. Primero lo perdió Simon y luego Donnarumma tapó ante el remate de media distancia de Blas.
Pero a los 22 los parisinos rompieron el partido. Messi, a sus 35 años, había anotado el primer gol de la pretemporada. Y también firmó el tanto bautismal de la competencia oficial: corrió una pelota filtrada que parecía que se iba larga, regateó al arquero y resolvió de derecha.
El ritmo del encuentro bajó un poco tras la conquista. El elenco de Galtier buscó hacer salir a su adversario y, aún con menos dinámica, continuó mostrando herramientas para golpear, sobre todo cuando Vitinha exhibió personalidad para conducir o cuando se encendió Messi. A los 39′, la Pulga habilitó a Neymar (¿en offside?), que definió desviado. O a los 43, instante en el que el argentino se sacó a tres hombres de encima y tocó de zurda, pero tapó Lafont.
También sufrió: a los 40, Guessand capturó un centro desde la izquierda y pateó de frente a la valla, pero Kimpembe lo incomodó con lo justo. No obstante, a los 45′ Neymar se encargó de patear una falta al borde del área que le habían cometido a él… Y clavó el balón en un ángulo, para que su equipo se marchara al descanso con mayor tranquilidad.
Nantes salió un poco más en el complemento, pero sin intimidar al PSG. En el otro área, en cambio, el elenco dominante volvió a mostrar su filo. A los 7 minutos, Messi probó al arco cayéndose y su intento salió desviado. Y a los 11 llegó el 3-0: Verratti profundizó para Vitinha, quien colocó la pelota en el corazón del área. Tras un rebote quedó perdida, y Sergio Ramos impactó de taco para anexar su perla a la colección de golazos.
Los cambios no modificaron el desarrollo. La suerte del partido en el Bloomfield Stadium de Tel Aviv ya estaba echada. Tras un contragolpe letal con Messi-Sarabia y Neymar, el PSG dispuso de un penal que el propio Ney tradujo en el 4-0. Y cerca del epílogo el brasileño dejó a la Pulga cara a cara con Lafont, pero el espigado portero logró rechazar el sombrerito sutil que buscó el rosarino.
Así, Messi conquistó el título N° 41 de su carrera profesional, un hecho que lo dejaa a un paso de Dani Alves, el máximo ganador de campeonatos de la historia que acaba de firmar con el Pumas de México. Claro está que existe un debate en torno a los 40 campeonatos que actualmente figuran en la vitrina de Leo, ya que algunas estadísticas no contabilizan la Supercopa de España que ganó Barcelona en el 2005. Independientemente de esto, la Pulga sigue agrandando su impactante palmarés. Y siendo determinante, en el umbral de la Copa del Mundo, un detalle que ilusiona a los argentinos. El armado menos caótico, con roles más determinados (la incipiente sociedad con Vitinha puede darle satisfacciones al conjunto parisino) y jugando de modo más centralizado, puede favorecerlo para su explosión tras una temporada de adaptación a un nuevo país y con muchas lesiones.
Gracias a esa racha de victorias consecutivas entre 2013 y 2020, París Saint Germain es el máximo ganador de este trofeo con 11 coronas seguido por Olympique Lyon (8), Saint-Étienne y Stade de Reims (5).