Durante el Mundial de Nueva Zelanda 2015, Jesse González defendió la portería de la selección mexicana sub-20. Sin embargo, en el próximo enfrentamiento amistoso de México en contra de Estados Unidos, González podría jugar bajo los tres postes del conjunto estadounidense.
En aquella competencia con límite de edad, el portero fue compañero de jugadores como el «Chucky» Lozano, Orbelín Pineda o Erick Gutiérrez, pero eso no fue impedimento para decidir jugar en el representativo de Estados Unidos.
Jesse es hijo de padres mexicanos pero nació en Carolina del Norte y se crió en Dallas. En 2017 tomó una de las decisiones más relevantes en su carrera deportiva: renunció a representar a México como futbolista, condición que exige FIFA para poder jugar en otra selección nacional.
Otro elemento que le permitió cambiar de camiseta fue que desde antes de disputar la competencia mundial con México, él ta tenía ambas nacionalidades, Además, nunca había participado con el equipo mayor en una competencia oficial, por lo cual no existía impedimento para ese fin.
Debido a la influencia de su madre, originaria de Nayarit, y su padre, oriundo de Toluca, él siempre se sintió tan mexicano como estadounidense, pues la última vez que pisó la nación de donde provenían sus padres antes de convertirse en futbolista fue a los 11 años.
En entrevista con el portal Mediotiempo, Jesse mencionó que para él vivir este partido contra México «es algo importante. Pasé momentos lindos con la selección, pero ahora me toca defender los colores de Estados Unidos».
Debido a que en el Mundial le ganó la titularidad a Raúl Gudiño, actual portero de las Chivas, y a sus buenas actuaciones con el FC Dallas de la MLS, la federación de fútbol estadounidense lo invitó a ser parte de su equipo nacional. Todo esto bajo la idea de convertirse en el jugador que sucediera a gente como Tim Howard o Brad Guzan.
Sostener esa determinación no fue algo sencillo y tuvo que asesorarse con sus familiares y gente cercana: «Fueron días de mucho nervio, pero también yo tenía bien tomada la decisión y en su momento platiqué de mis razones y ahí quedó».
Una de las razones por la que se decantó por la selección de Estados Unidos se dio cuando se acercaban los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. El Tri ya estaba clasificado y Jesse era parte del equipo preliminar de México para esa competición. La ilusión de conformar el conjunto defensor del campeonato que se había ganado la medalla de oro en Londres 2012 era mucha.
Sin embargo, fue excluido de último momento y su lugar lo ocupó Alfredo Talavera, un portero de probada experiencia en la Primera División del fútbol mexicano. En una entrevista que dio para ESPN sobre ese asunto dijo que «estaba realmente molesto» por toda esa situación.
A pesar de esa experiencia que le dejó un mal sabor, González no olvida lo que vivió con el Tri: «Tengo grandes recuerdos de mi paso por el Tri. Jugué un Mundial y será bonito volver a ver a jugadores como Erick, ‘Chucky’ y también a Hugo González, con quien tengo una gran amistad», dijo en la plática con Mediotiempo.
Otro elemento que contribuye a que no se nublen sus recuerdos relacionados con la selección mexicana de fútbol es que además de las competiciones donde participó como el Mundial o el campeonato de la Concacaf, siempre tuvo un buen trato con sus compañeros. «Me ayudaron a crecer en todos los sentidos».
Para el partido amistoso contra México, Greff Berhalter convocó a Jesse González y esta ocasión será la primera vez que el joven portero sea parte de un clásico de la región. Ante esto su postura es de ilusión: «El himno siempre lo recuerdo, tengo cariño por México y si puedo voy a cantar los dos himnos por respeto a lo que siento por ambos países».