El partido entre el FC Barcelona y el Nápoles del próximo miércoles 18 de marzo, y que debía ser a puerta cerrada, corre un serio peligro de no disputarse. El motivo es que, por lógica, se mantendrán desde las autoridades españolas el mismo criterio que ha impedido a la Roma desplazarse a Sevilla para el encuentro de Europa League que debía jugarse este jueves. Por la misma regla de tres, tampoco lo podría hacer la expedición napolitana de aquí a unos días.
La Roma anunció este miércoles que no ha podido viajar a Sevilla por la cancelación del vuelo desde las autoridades españolas, que han prohibido los desplazamientos aéreos con origen o destino Italia. Se esperaba que la exención de hacerlo por motivos de trabajo permitiera la llegada de la delegación romanista, pero no ha sido así. Se está a expensas ahora de la ratificación oficial de la UEFA.
El partido entre el FC Barcelona y el Nápoles ya se había establecido que se disputara a puerta cerrada y no con presencia de aficionados debido al intento de contener la afectación del coronavirus, que está teniendo una gran afectación en el país transalpino, pero ahora está en serio peligro que haya partido por no poder desplazarse el rival de los azulgranas.