A pesar de que el grito homofóbico se sigue presentado en los estadios cuando aparece la selección mexicana, la Concacaf aseguró que el partido del Tri, ante Guatemala por la Copa Oro, de este miércoles se jugará con público en las tribunas.
A través de un comunicado, la confederación informó que el segundo juego del Grupo A no sufrirá modificación alguna, por lo que el Cotton Bowl lucirá repleto para ver el juego, en el que el equipo de Gerardo Martino buscará su primer triunfo del certamen, tras el empate si goles que firmó con Trinidad y Tobago, el sábado anterior.
«Nos gustaría aclarar que este partido se llevará a cabo según lo programado, con la asistencia de aficionados. Concacaf continuará implementando su campaña antidiscriminación ‘Lo Que Está Mal, Está Mal’, y si es necesario, activará sus protocolos que incluyen expulsar a los aficionados que se involucren en comportamientos discriminatorios y suspender el partido», se lee en dicho escrito.
Y es que, en el encuentro ante los trinitarios, las acciones tuvieron que detenerse en un par de ocasiones, después de que los asistentes lanzarán el grito discriminatorio en cada uno de los despejes del portero caribeño en el AT&T Stadium.
«Concacaf está extremadamente decepcionada por el lenguaje discriminatorio utilizado por algunos de los aficionados de México durante su partido de la Copa Oro contra Trinidad y Tobago. El grito hacia el portero se escuchó a pesar de la importante campaña antidiscriminatoria de Concacaf, realizada en las últimas semanas y extensos esfuerzos de la Federación Mexicana de Fútbol para dejar claro que es inaceptable», agregó.
La Concacaf profundizó sobre el grito, al recordar que este mismo estadio, durante un amistoso en el mes de mayo, también se presentó la agresión verbal, lo que daña la reputación de Dallas, como sede futbolística.
«Invitamos a los aficionados a que dejen este grito en el pasado y se centren en hacer del fútbol un entorno positivo y acogedor para todos los aficionados y las comunidades», finalizó la Concacaf.
Como dato, en los recientes duelos amistosos que México jugó en Atlanta, Nashville y Los Ángeles el comportamiento de la afición fue completamente lo contrario, sin ofensas ni gritos discriminatorios de ningún tipo.