Hace una semana, la situación médica del ex arquero del Barcelona Rustu Recber no era la mejor. Después de haber sido internado en un hospital de la ciudad de Estambul por ser positivo de coronavirus, su estado empeoró y se volvió un paciente crítico
Más allá de las publicación de la prensa turca sobre su salud, la propia esposa del hombre que defendió el arco de la selección de Turquía en 120 partidos oficiales fue la que reportó a través de su cuenta de Instagram cómo era la evolución del caso. “Rustu está encomendado a los médicos. Por favor, no dejen de rezar por él”, escribió Isil.
Al mismo tiempo que pidió que sus seguidores oren por su esposo, Isil Recber hizo una cruda radiografía de cómo el coronavirus afectó al histórico arquero del seleccionado turco. “Rustu tuvo síntomas extraños que no se han experimentado, sentido o visto antes. Padeció una fuerte debilidad, fatiga, pérdida de apetito. La piel se le volvió gris, como los labios. Respiraba rápido y tenía dificultad para hacerlo, además de una tos que no terminaba. Tampoco hablaba, tenía el pulso irregular”
Los días pasaron y, gracias a la intervención médica y a que su organismo aceptó el tratamiento, el ex futbolista del conjunto catalán fue dado de alta. Así lo anunció Isil en las redes sociales. “Qué hermoso día, gracias a Dios. Después de 11 días de dificultades, mi esposo fue dado de alta. Aunque tengo que estar muy feliz, es agridulce porque hay muchos pacientes esperando la curación en los hospitales en este momento… Amigos, sus padres, madres, seres queridos y parientes, todos ustedes vivirán este hermoso día. Mis oraciones continuarán por aquellos que luchan por sobrevivir en cuidados intensivos”, expresó en una extensa publicación acompañada por una foto junto a Rustu.
Además de confirmar la recuperación de su esposo, Isil les dedicó un espacio a todo el personal de salud de los dos centros médicos donde estuvo el ex arquero del Barcelona: primero fue atendido en el hospital Kavacık Medistate, de Estambul, mientras que luego fue derivado al Maslak Acıbadem, ubicado en Sarıyer -un distrito de la capital de Turquía-.
Es importante recordar que la carrera de Rustu Recber se hizo famosa en la Copa del Mundo de Corea-Japón en 2002. Con aquella recordada selección de Turquía dirigida por Senol Günes, y que también tenía como estrellas a Hakan Sükür y a Hasan Sas, el seleccionado europeo se transformó en una de las sensaciones del Mundial que se disputó en territorio asiático.
Tras superar la fase de grupos -compartió la zona con Brasil-, superó a Japón y Senegal para clasificarse a las semifinales del máximo torneo del fútbol de selecciones. Con el arquero como uno de los bastiones del equipo, los turcos cayeron con el seleccionado brasileño -se consagró campeón del mundo luego de vencer a Alemania en la final-, pero se quedaron con el tercer puesto luego de superar al otro de los anfitriones del campeonato.
Más allá de la histórica ubicación que logró Turquía en 2002, Rustu también defendió el arco de su selección en la Eurocopa Austria-Suiza 2008, en la que su equipo también alcanzó las semifinales del certamen.
A nivel clubes y más allá de su paso frustrado por el Barcelona -el conjunto catalán lo contrató para la temporada 2003-2004, pero una lesión lo privó de ser tenido en cuenta por Frank Rijkaard que se decidió un Víctor Valdés-, el ex futbolista nacido en Antalya se convirtió en una leyenda del Fenerbahçe, uno de los grandes clubes del fútbol turco: defendió el arco en más de 250 partidos entre dos etapas -de 1994 a 2003 y entre 2004 y 2007-.