Paradoja del destino. Un 29 de junio de 2004, Leo Messi debutó con la selección Sub-20 de Argentina en el Estadio Diego Armando Maradona. Lo hizo en un amistoso contra Paraguay, en el que entró en el segundo tiempo y convertía un tanto.
Lo cierto es que la Federación Española de Fútbol lo había intentado convencer para disputar con ellos el Mundial Sub-17 de Finlandia-2003, en el que España llegaría a la final, con Cesc Fabregas como figura.
Sin embargo, a pesar de que Hugo Tocalli no lo tuvo en cuenta para ese Mundial Sub 17 con la Selección Argentina, la idea de Messi y la de su padre, era clara. Querían defender la “Albiceleste”.
El padre de Messi, Jorge, aprovechando una visita a Barcelona de Marcelo Bielsa, entonces seleccionador argentino, y Claudio Vivas, su ayudante, fue a verlos para hablarles de su hijo, mientras la selección española seguía insistiendo por la ‘Joya’ argentina.
Claudio Vivas sería quien finalmente se reuniría con Jorge Messi, y le pediría videos del jugador, para luego pasárselos a los técnicos de las inferiores de la Selección Argentina. Hasta ese momento, Leo Messi no era tenido en cuenta para jugar en Argentina.
Finalmente, llegaría el día de la citación, y Messi saldría a la cancha a los 67 minutos para ponerse por primera vez la camiseta de la Selección. La ‘Pulga’, que acababa de cumplir 17 años, ingresó con la número 17 a la espalda.
Un año más tarde, el crack argentino sería la figura de la Selección Argentina que se consagraría campeón en el Mundial Sub 20 de Holanda.