Saúl “Canelo” Álvarez y Billy Joe Saunders asistieron a la ceremonia de pesaje a un día de la pelea. Luego de los rumores sobre la posible cancelación del evento estelar de parte del equipo del británico, los pugilistas pusieron fin a los rumores y acudieron al tradicional protocolo para certificar el peso reglamentario de su categoría, aunque también aprovecharon para decirse las últimas palabras antes del evento.
El primero en montarse a la báscula fue el propietario del cinturón de la OMB. Saunders se despojó de su vestimenta en color rojo y se subió entre los abucheos generalizados del público. Al acercarse, el personal encargado de verificar los números registró las 167.8 libras de peso, es decir, 76.1 Kilogramos (kg).
Después, vestido con un atuendo de color azul, el tapatío subió por las escalinatas y saludó a la gente. Entre los gritos y vítores, se despojó de su ropa y se colocó sobre la báscula. La disciplina característica en su preparación se notó de inmediato, pues al igual que su rival registró las 167.4 libras de peso, es decir, alrededor de 75.9 Kilogramos. Después del protocolo, ambos personajes cumplieron los trámites y se mostraron listos para uno de los combates más relevantes en sus trayectorias.
Luego de volverse a poner sus pantaloncillos, el mejor libra por libra del mundo se dirigió al centro del escenario, donde tuvo el contacto más cercano con el campeón invicto del Reino Unido. Cada uno de ellos, mostró su brazo más poderoso ante el público. La derecha de Canelo, con el puño cerrado, y la izquierda de Billy Joe, con el índice por delante, anticiparon el duelo de perfiles encontrados q
La gorra de Saunders resaltó en el acto, pues en ella se leía la frase “No God, no life”, es decir “Sin Dios, no hay vida”, haciendo alusión a la oración característica de Eddy Reynoso “No boxing, no life”, que significa “Sin boxeo no hay vida”. Tras exhibirla a los asistentes, giró su cabeza y se encontró con el semblante serio del tapatío.
El cara a cara se convirtió en un duelo de pies a cabeza. Con la impresión de que el primero de ellos en parpadear perdería el último enfrentamiento antes del combate con los guantes, ninguno fue capaz de bajar la mirada. Ambos dejaron de protagonizar los tensos segundos cuando cada una de las esquinas retiró a jalones a sus respectivos representantes.
Billy Joe Saunders, quien busca sobreponerse ante los pronósticos que lo sitúan como el principal candidato a la derrota, fue el primero en volver al centro para exhibir su título de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). El rechazo de las personas fue, de nueva cuenta, el gesto generalizado que lo acompañó durante su intervención.
El mexicano sostuvo con los brazos las fajillas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la revista The Ring. Cuando volvió a ponerse la indumentaria celeste tomó el micrófono y agradeció a los asistentes. “El día de mañana esperen una gran pelea y una gran victoria. Muchas gracias. ¡Viva México!”, gritó.
Con la certificación oficial de los dos situados debajo de las 168 libras, el duelo ya se encuentra listo. El día de mañana se enfrentarán a lo largo de 12 episodios, a menos que alguno de ellos se anime a terminar por la vía del cloroformo. Álvarez espera un conflicto difícil, sobre todo en los primeros tres asaltos, aunque se siente confiado en sacar adelante el encuentro y acercarse a su objetivo de ser el primer campeón indiscutible mexicano de la historia