A una semana de anunciar la reprogramación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para efectuarlos en el verano del siguiente año, como medida preventiva para evitar la propagación de la pandemia COVID-19, ya inician las alertas de la contingencia olímpica: los reajustes financieros para que la sede esté en las mejores condiciones dentro de un año.
Según Christopher Dubi, director ejecutivo de los Juegos Olímpicos, en el Comité Olímpico Internacional, los costos se determinarán en distintas áreas y de manera conjunta.
“Lo que se está reconociendo es que habrá costos adicionales para el Comité Organizador de Tokio y también para el Comité Olímpico Internacional y la familia olímpica. Estamos revisándolos con lujo de detalle. Es tenso porque son miles de protocolos que necesitan una revisión exhaustiva”, expresó Dubi en la teleconferencia que se realizó este jueves para ahondar en los efectos de reagendar los Juegos.
Según Toshiro Muto, Director Ejecutivo de la justa, el costo de postergar la justa olímpica y paralímpica será “masivo”, mientras Yoshiro Mori, presidente del Comité Organizador, decidir quién asumirá los costos será muy complejo.
Dubi solicitó asegurar tanto la Villa Olímpica como otras 41 sedes de competencia como una prioridad del equipo de trabajo nombrado como “Aquí vamos” y que se creó en específico para sortear los retos que se avecinan por los cambios que generó el COVID-19.
Las justas, que se realizarían del viernes 24 de julio al domingo 9 de agosto de este año en versión olímpica y del 25 de agosto al 6 de septiembre la paralímpica, se re agendaron ante la presión de federaciones deportivas nacionales como las de atletismo de Estados Unidos, Alemania, o Reino Unido, así como Comités Olímpicos Nacionales de Noruega, Brasil o España. Ahora, se versión convencional se contenderá del 23 de julio al 8 de agosto del próximo año, mientras la versión para el deporte adaptado e realizará del 24 de agosto al 5 de septiembre también del 2021.