Tan solo diez meses después de dar a luz a su pequeña Alexis Olympia, la ex número uno del tenis femenino Serena Williams se clasificó para su décima final de Wimbledon tras aplastar a la alemana Julia Görges por 6-2 y 6-4. La espera otra alemana, Angelique Kerber, quien venció a la austríaca Jelena Ostapenko por un doble 6-3.
La estadounidense buscará el sábado su octava consagración en Londres, que sería su 24º título de Grand Slam, lo que le permitiría igualar el récord absoluto de la australiana Margaret Court.
Williams y Kerber se encontraron por última vez precisamente en la final de Wimbledon 2016, con triunfo para Serena por 7-5 y 6-3. Pero ese año la alemana le arrebató el número uno del ránking de la WTA al ganar el US Open, apenas unos meses después de haberla vencido en la final de Australia.
Este jueves Serena, actual 181ª de la WTA, volvió a reinar en la central de Wimbledon ante Görges, apoyada en su sólido servicio para quedarse con el partido sin sobresaltos.
La otra finalista también estuvo precisa en sus aceleraciones en el fondo y con una defensa dura para frenar la potencia de Ostapenko, de 21 años y ganadora de Roland Garros en 2017.
(Fuente: AFP)