La osa polar que fue vista este miércoles con una lata de leche condensada atorada en su boca en el pueblo de Dixon, en el norte de la región rusa de Krasnoyarsk, ha sido salvada por veterinarios de Moscú y ahora está fuera de peligro.
El depredador, que no podía comer ni beber, se acercó exhausto a un pueblo, aparentemente para pedir ayuda a las personas. Los vecinos llamaron al zoológico de Moscú, cuyos especialistas inmovilizaron al oso, le retiraron la lata y le desinfectaron la herida. El animal será trasladado lejos de la localidad, a su hábitat natural.
«Los especialistas lograron ponerla a dormir con el primer disparo. En solo 10 minutos, el animal fue inmovilizado, y la lata fue sacada con éxito», escribió este jueves la jefa del Servicio Federal de Supervisión de Recursos Naturales de Rusia, Svetlana Radiónova, en su canal de Telegram. «Ahora, el veterinario está tratando su lengua. Tiene muchos cortes», agregó la funcionaria.
«Tras ser tratada y vigilada durante unos días, será devuelta a su hábitat natural, donde le dejarán pescado para comer. Seguiremos vigilando a la osa para asegurarnos de que se encuentra bien», concluyó Radiónova.