El viernes de la semana pasada al menos una docena de vacas fueron transportadas en helicóptero desde los valles altos de la región alpina de Urner Boden, en el centro de Suiza, hasta regiones más bajas cercanas, después de que resultaran heridas durante la temporada de pastoreo.
A principios del verano, con el fin de alimentar a su ganado con la abundante cantidad de hierba fresca y de buena calidad que caracteriza a las praderas alpinas, los ganaderos trasladan a sus animales desde sus comunidades hacia las regiones altas de la montaña, emprendiendo una larga marcha para atravesar el paso Klausen, a casi 2.000 metros de sobre el nivel del mar, y llegar a los sitios de pastura.
Sin embargo, los animales están expuestos a distintos peligros y, en ocasiones, sufren lesiones que limitan su movilidad, por lo que este año aquellas vacas que no estuvieron en condiciones de emprender la caminata de vuelta a casa fueron aseguradas a la parte inferior del helicóptero y transportadas a las tierras bajas cercanas al paso Klausen.
Cada año, cientos de personas se dan cita en la localidad de Urnerboden para presenciar el desfile de las cerca de 1.000 cabezas de ganado, distribuidas en varios rebaños, y el festival bovino que celebra el regreso de los pastores a sus comunidades.