El ‘Danionella cerebrum’, uno de los peces más pequeños del mundo, que mide menos de 12 mm y fue descubierto hace apenas tres años, utiliza un mecanismo de tambor especial para producir sonidos tan fuertes como la explosión de un petardo, según un nuevo estudio publicado en la revista científica PNAS.
Debido a su pequeño tamaño, cuerpo transparente y la facilidad con la que se puede estudiar a nivel celular bajo un microscopio, la especie es ampliamente estudiada como un organismo modelo en la investigación biomédica.
Este pez translúcido se encuentra comúnmente en pequeños arroyos a lo largo de la cordillera de Bago Yoma, en Myanmar.
Ahora, un equipo de científicos de universidades alemanas descubrió que el ‘D. cerebrum’ posee un aparato de producción de sonido único que incluye un cartílago timpánico, una costilla especializada y un músculo resistente a la fatiga que permite al pez acelerar el cartílago, que tamborilea con extrema fuerza, generando pulsos rápidos y fuertes.
Únicamente los machos son capaces de emitir ese ruido y la razón por la que lo hacen no está clara, pero la autora principal del estudio, Verity Cook de la Universidad Médica Charité de Berlín, cree que podría ser para ayudarlos a comunicarse y localizarse entre sí en aguas turbias.
«El hecho de que solo los machos emitan sonidos sugiere que tiene que ver con un comportamiento agresivo hacia otros machos o un comportamiento de apareamiento con las hembras», apuntó Cook a New Scientist.
Los científicos señalan que su hallazgo desafía la noción convencional de que la velocidad del movimiento esquelético de los vertebrados está limitada por la acción muscular.