Un niño de pocos años se salvó por los pelos de ser atropellado en la ciudad rusa de Kurchalói, a unos 45 kilómetros al este de Grozny, capital de Chechenia.
Las imágenes obtenidas muestran cómo el pequeño cruza la calle sin comprobar si era el momento más adecuado. Solo cuando estaba en medio de la carretera y giró la cabeza se percató de que un coche negro se aproximaba hacia a él a una gran velocidad. Sin tiempo ya para retroceder, el niño trató de esquivar el auto como pudo frenando su carrera.
Afortunadamente, en el último segundo el conductor se desvió de su trayectoria de un volantazo y evitó lo que parecía que iba a ser una inminente y asegurada tragedia. En el mismo momento de la maniobra el chico cayó al suelo y, sin creer lo que había pasado, volvió a levantarse limpiándose el codo del brazo derecho, sobre el que puso su peso en la caída.
En su intento por evitar atropellar al niño el auto invadió la acera, donde por suerte en ese instante no había ningún peatón. Otro automovilista y un peatón se acercaron contentos a él tras ver el extraordinario desenlace de lo ocurrido.