El socavón aparecido en una zona de cultivo del municipio de Juan C. Bonilla, en el estado mexicano de Puebla, continúa expandiéndose y hasta la mañana de este miércoles su tamaño alcanzaba los 97 metros de diámetro, de acuerdo con medios locales.
Los expertos que evalúan la zona han detectado grietas que prevén futuros desprendimientos. Una vivienda ya se encuentra al borde del hundimiento y se prevé que la elevada inestabilidad del terreno terminará por hacerla colapsar.
La oquedad, que este lunes registraba un diámetro de 60 metros y 20 metros de profundidad, surgió el pasado 29 de mayo. En un sobrevuelo con dron llevado a cabo este martes, las autoridades calcularon que ya medía «entre 70 y 80 metros», señaló Ana Lucía Hill Mayoral, secretaria de Gobernación del estado de Puebla.
La funcionaria participó recientemente en un recorrido de evaluación en la zona y subrayó que «es una prioridad salvaguardar la integridad de los pobladores». Es por ello que la Coordinación General de Protección Civil ha sido instruida para monitorear el fenómeno, mientras la Secretaría del Medio Ambiente de Puebla mantiene una vigilancia permanente.
Aunque aún no existe una explicación oficial al socavón, el personal a cargo de los estudios geofísicos y geotécnicos del suelo y el subsuelo estima que es resultado de una falla geológica y de variaciones hídricas. Entre tanto, pobladores y activistas locales atribuyen el fenómeno a la sobreexplotación de mantos acuíferos por parte de grandes conglomerados industriales.
Según explicaron este martes los expertos, el nivel del agua en su interior baja de noche y aumenta de día. No obstante, sigue sin saberse hacia dónde va el líquido y qué ocurre con la tierra que se desprende.