La Guardia Civil española hizo un hallazgo inesperado al atender la llamada de auxilio de una anciana de 84 años, que pidió ayuda a los agentes desde la ventana de su casa en Vall d’Uixó, en la provincia Castellón de la Comunidad Valenciana, por presentar dificultades para respirar.
Al entrar en la vivienda de la mujer, con su consentimiento y para prestarle asistencia, los agentes, pertenecientes al Grupo de Reserva y Seguridad, se percataron de que la dificultad respiratoria de la inquilina parecía deberse al fuerte olor a sustancias ilegales que impregnaba toda la casa.
La anciana aparentemente se sintió mal por causa de los vapores y partículas en suspensión procedentes de las drogas que custodiaba, que encima resultaron ser no pocas. Los agentes encontraron en su domicilio 1,5 kilos de cocaína, 2 kilos de marihuana, 60 gramos de hachís y 250 gramos de sustancias para adulterar drogas, además de un revólver con cuatro cartuchos y una báscula de precisión.
Las afirmaciones de la octogenaria de que no sabía que fueran estupefacientes no convencieron a los guardianes del orden público, que la detuvieron por delitos contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.