La compañía StarLux propuso una peculiar oferta en Taiwán (China): un vuelo con destino a ninguna parte. La idea era despegar desde el aeropuerto internacional Taoyuan y luego de tres horas en el aire sobre el territorio del país, aterrizar en el mismo punto de partida.
La oferta apareció por la mañana del jueves 6 de agosto y los 188 tickets a 160 dólares para el vuelo planeado para el día siguiente se agotaron enseguida. El avión JX-8888 no hizo ninguna parada pero se les permitió a los pasajeros tomar fotos durante las tres horas de viaje, y para esto la aeronave voló a alturas menores que en vuelos habituales.
El viaje prometía «vistas sorprendentes», según la aerolínea, y una comida a bordo preparada por un chef premiado con una estrella Michelin.
El «micro viaje aéreo» como lo llamó la compañía, significó una experiencia única en un momento en que la mayoría de los vuelos internacionales siguen suspendidos, sostienen sus organizadores.
StarLux planea organizar más vuelos de este tipo debido a su popularidad, mientras que otras compañías aéreas de Taiwán ya realizaron viajes similares con motivo del Día del Padre.