El 1 de agosto de 1985 Cathi Riddle y Stacey Wells, dos primas del estado estadounidense de Delaware, escribieron una carta y la lanzaron al océano metida en una botella para que su mensaje llegara a otro continente. Treintaicinco años después, y también un mes de agosto, cuál no sería su sorpresa cuando un desconocido llamó a su puerta para entregarles la botella, que, a decir verdad, no solo no había llegado a otro continente, sino que no se había movido ni del mismo estado, informa la agencia UPI.
Brad Wachsmuth contó que estaba navegando en kayak por el río Broadkill cuando vio una botella flotando en el agua. Al destaparla se dio cuenta de que contenía un mensaje escrito hace más de tres décadas por dos chicas de Delaware.
La Sociedad Histórica de Milton ayudó a Wachsmuth a ponerse en contacto con Riddle, quien dijo que le sorprendía que la botella no hubiera viajado hasta más lejos durante tanto tiempo.
Y es que Riddle contó que el lugar que ella y su prima escogieron para lanzar la botella al océano fue Prime Hook Beach, que se encuentra a escasos kilómetros de donde la encontró Wachsmuth.